El Reino Unido fue históricamente el primer villano climático por poner en práctica la idea de quemar masivamente hidrocarburos, hace más de dos siglos, con la Revolución Industrial.
Pero resulta que, hoy, sus emisiones anuales de CO2 son menores a las de México. Y, más importante, es un ejemplo en la moderación en el uso de energía. Los ingleses prefieren usar sus hermosas telas de lana para calentarse, además de que el Brexit les vació los bolsillos y no abusan del calentador. Sea como sea, en el Índice de desempeño climático (CCPI) 2023, los ingleses no son los peores villanos.
Estados Unidos tiene a los ciudadanos más voraces de energía (energívoros, dicen algunos), pero China un mayor número de habitantes. Por eso se les menciona siempre como villanos en el tema de cambio climático. Son los mayores países emisores de gases de invernadero. El primero per cápita, la segunda en total.
México, en los últimos años, ha ido para atrás en el índice CCPI, por el frenón del gobierno federal a las energías renovables. Ello, sumado al modelo de desarrollo para el sureste y a las nuevas circunstancias de la globalización, podría convertirnos en el malo de la película. Se busca que millones de turistas salgan de Cancún para pasear en tren a diésel y nos perfilamos como uno de los sustitutos de China en manufacturas (el famoso nearshoring).
Llegarán maquiladoras que se están yendo del gigante asiático por la tensión con Estados Unidos. Para irse aducen el robo de patentes y el comercio desleal, así como las perturbaciones a la cadena de suministros por las medidas draconianas chinas. En general, el nearshoring debería generar fábricas menos contaminantes, porque los inversionistas exigen que la energía para ellas provenga de fuentes limpias, y así poder vender mercancías con pedigrí verde. Pero lo cierto es que el gobierno de México le da mano a la CFE, sea cual sea su forma de generación. ¿Quiénes vendrán entonces si estamos reprobados en renovables en el citado índice CCPI? Vendrán quienes se vayan de China no por sustentabilidad sino solamente por la tensión comercial y geopolítica. Recibiremos a grandes contaminadores. A muchos con los brazos abiertos.
La actual crisis ambiental es resultado de la industrialización y México se va a industrializar a lo bruto. El norte por el nearshoring y el sureste por los megaproyectos decididos por el Estado. Súmesele a eso las oportunidades perdidas y que los expertos en el mundo consideran como traición al planeta: que los países fríos no inviertan suficientemente en paneles solares para producir electricidad, es una lástima, pero que las regiones con mayor irradiación solar no lo hagamos nos pinta como tontos, egoístas y suicidas.
No seremos solamente los villanos. El informe ejecutivo del IPCC presentado esta semana muestra que nuestra verdadera riqueza, el ser un país megadiverso, está amenazada. Y países hermanos perderán la humedad de sus suelos, activando olas migratorias sin precedente. Además de villanos somos suicidas.