El ocaso del macho alfa

Shakira eligió a Piqué con los rasgos de su predilección y sus hijos heredaron de manera conjunta dos grupos de genes.

Aunque reprocha a su ex por ir mucho al gimnasio, pero sin entrenar su cerebro también, la verdad es que ella prefirió procrear con un deportista de alto nivel, no con un intelectual. Ese gusto por un corpulento se heredará, probablemente, así como se transmitirán rasgos de atleta desde los espermatozoides del propio Piqué. Es la llamada “selección autorreforzante” que propuso Fisher en 1915.

Pero la teoría biológica ha evolucionado y Joao Muñoz-Durán explica que, en nuestra especie, la selección de pareja que efectúan las mujeres es más elaborada. “Oscila entre los hombres atractivos que posiblemente portan ‘buenos’ genes y aquellos en los cuales las mujeres pueden confiar como compañeros permanentes, como padres ejemplares que participan en el cuidado, la protección y la provisión de los hijos”. ¡Estos últimos también pueden portar buen ADN!

Hoy hay familias conformadas por parejas gays cuyos hijos no necesariamente portan sus genes, pero sí comparten creencias y gustos.

Jorge Galindo y Maximiliano Martínez escriben en la introducción a su Diccionario de la biología evolutiva para las ciencias sociales y las humanidades (UAM-Cuajimalpa, 2022): “Si bien hoy en día estamos familiarizados con una noción de meme gracias a internet, el concepto desarrollado por Dawkins va más allá de los chistes. Según él, el meme es una unidad de transmisión cultural en tanto unidad de imitación, que comprende desde una tonada hasta una idea, pasando por fenómenos como la moda”.

Aparte de meme, otras entradas son: neuronas espejo, ecosistema, cooperación, raza, sustentabilidad, eugenesia, emociones, etc. Se trata de 624 páginas de luz en la oscura disputa entre partidarios de la transmisión biológica y de la construcción social, del instinto heredado y de la cultura. Fueron recabadas a lo largo de dos años y demandaron el esfuerzo de 75 investigadores de nueve países.

Quedarán decepcionados quienes creen que la biología evolutiva es “darwinismo social” que pugna por establecer la ley de la selva o que se dedica a la comparación de cráneos de colonizadores y “salvajes”. También quienes busquen atizar el fuego en guerras culturales actuales, del tipo feminismo transexcluyente contra transfeminismo.

Por ejemplo, a pesar de la importancia que tengan los machos alfa entre gorilas y humanos, las hembras primates merecen más atención. Jorge Martínez Contreras explica: “Primatólogos japoneses descubrieron, en 1953, en la isla de Koshima, la transmisión cultural de comportamientos positivos entre monos a partir de la mona Imo (“tubérculo” en japonés). La macaca lavaba papas y este comportamiento se diseminó poco a poco entre su tropa. Imo no era dominante, ni era una hembra alfa. Pero su acción llevó la higiene a su comunidad. Luego llegó la gastronomía: “Si primero las lavó en agua dulce, después surgió con otros monos el lavado en el mar para darles un sabor más salado”.

Entre humanos, también, es probable que las mujeres nos dieran agricultura y educación.