“Para alargar juicios inventan cosas los propios abogados de oficio”

Hace once años después de ser detenido, el jefe de la banda de Los Rojos, principal secuestrador y asesino de la joven Silvia Vargas, hija del empresario y deportista Nelson Vargas, recibió un amparo para que le sea reabierto su proceso porque una década después, un juez consideró que no tuvo un abogado de oficio adecuado. Lo quieren liberar como a los secuestradores de Hugo, el hijo de Isabel Miranda, y a los cómplices de Florence Cassez.

Es inadmisible e injustificable que, a tantos años, en estos casos, no se pueda cerrar una sentencia definitiva porque se interponen una y otra vez amparos, hay jueces dispuestos a otorgarlos por cualquier causa y los criminales terminan quedando en la impunidad.

Para platicar de este tema, Alejandro Martí, quien lleva luchando contra la justicia más de una década, luego de que su hijo fue secuestrado y asesinado, nos dice cómo son estos procesos tan tortuosos para las víctimas.

Alejando Martí: …ahora resulta que sale un amparo…, por la razón que sea, no es posible, por ejemplo, el caso de nuestra familia, de los que asesinaron a mi hijo, tenemos ya once años y no hemos logrado una sentencia, ¿por qué?, porque arguyen los abogados de oficio, es increíble que paguemos con nuestros impuestos al Sistema Judicial y los propios abogados de oficio inventen cosas para alargar los juicios y tratar de sacar a los criminales de la cárcel. Es una tortura, créeme, lo veo por mí, por Nelson, por miles de víctimas y sus familias, pues muchos de ellos han perdido trabajos, patrimonios, para rescatar a sus hijos, y siguen en este proceso o bien ya han soltado a los criminales. Muchos de los secuestros reales, el mayor volumen, está en delitos de menos de 50 mil pesos. Hace muy poco, secuestraron al hijo de una señora que vendía hamburguesas, le pedían 3 mil pesos por su hijo y nada más pudo juntar mil quinientos pesos, así está el México de hoy, muy grave, muy triste y al que más le pegan es al que menos protección tiene, a los comerciantes, a los pequeños empresarios les está golpeando también el Sistema Judicial porque a veces ni caso les hacen, los juicios se llevan aparte, los defensores hacen sus trampitas y salen los secuestradores.

BB: Afortunadamente ustedes han tenido los recursos para contratar un abogado que esté constantemente en el juicio como no se ha dictado sentencia; como dices, la gente no tiene el dinero para pagar un abogado por más de una década para mantener a los asesinos de sus hijos en la cárcel.

AM: Ésa es la peor tristeza, la justicia… tiene que ser para todos los mexicanos, pobres, ricos; cualquier víctima tiene derecho a la justicia, no les hace justicia, los doble victimiza y luego hay peores, el caso de que mucha gente humilde que va a los juzgados y atestigua y finalmente los secuestradores salen, pues los vuelven a amenazar y a secuestrar, como a los policías que los detuvieron, se vengan, es una verdadera tragedia lo que está sucediendo en esta puerta giratoria que estamos teniendo con los criminales, se les pontifica, se les protege y las víctimas siguen abandonadas, completamente abandonadas.

BB: Platícame de cómo constantemente están solicitando amparos para quedar en libertad o alargar los procesos y por qué no hay una forma de cerrar los procesos más rápido.

AM: No hay forma de cerrar los procesos porque los derechos de las víctimas, perdón, de los victimarios están en la ley y cualquier recurso que metan se tiene que atender y el proceso está en que meten uno, meten otro, otro y ahí te la llevas años hasta que de repente uno pega y te liberan y la víctima no tiene ni tiempo de estar pendiente para ver a qué hora salió su secuestrador.

BB:¿Cuánto tiempo tendrías que dedicarle al día o a la semana para estar al pendiente de que los secuestradores de Fernando no queden en libertad?

AM: Tienes que estar yendo a los juzgados, leyendo las actas, leyendo… le llaman ellos, los argumentos que empiezan a tener los abogados y en los casos en la coadyuvancia tienes que contravenir las declaraciones de ellos y estar pendiente con tu abogado para decir: “Eso que está diciendo no es cierto” y tratar de contravenir todas esas cosas, entrevistándote con el juez porque él tiene la obligación de recibirte y también a la familia de los victimarios; ora vete a los juzgados para entender cuál es el proceso. Son muy amables ciertos jueces, a mí me han recibido varias veces, a mis abogados, pero también a gente de los victimarios y resulta que después de que te secuestran a los ocho o diez años se creen inocentes y juran que no hicieron nada, habiendo pruebas, periciales, ADN, toda una serie de cosas que los incriminan completamente, dicen: ‘No, me torturaron’, ‘El abogado que representó al demandante está mal’, es un laberinto de triquiñuelas.

BB: Que también es muy fácil, puedes decirle al abogado: “No presentes la Cédula Profesional para que pueda presentar un amparo” y darle una lana al abogado de oficio.

AM: Hace diez años… Híjole, yo ya no sé eso, eh, diez años, o sea, yo creo que esto se debió haber ventilado hace diez años o doce, pero hoy, o sea, hace dos meses o tres, no sé cuánto tenga este amparo, se me hace lo más injusto, ¿o qué vamos a esperar que nos muramos las víctimas para que los procesos de todos modos sigan?, no entiendo. ¿Cuándo acaba este martirio, Bibiana? Dime tú.

BB: Sí, no acaba y es lo que dices, que la gente que menos recursos tiene sus secuestradores finalmente quedan en libertad.

AM: Además hay otra cosa que es muy criminal, es verdaderamente triste, la gente humilde recurre a préstamos de vecinos, compañeros, el compadre, amigos para liberar a sus hijos y termina en el caso que recuperen a su hijo, ¡qué ventaja!, pero a veces también los asesinan o los regresan sin oreja o dedos, se quedan endrogados, quedan psicológicamente mal, si no van a su trabajo a veces hasta lo pierden, son una bola de trámites, careos, presentaciones, que los hace casi imposibles. Tu vida cambia rotundamente, en el sentido psicológico, de estabilidad emocional, de unión familiar y, sobre todo, en el sentido económico, para mucha gente ése es el golpe que les cambia el resto de la vida, no se reponen, es una tristeza.

BB: Ahora, ¿qué hacer para que no se les sigan dando amparos a estos delincuentes?

AM: Creo que de alguna forma los jueces se están cuidando más porque ahora nuestro gobierno parecer ser que en los casos muy ejemplares los está señalando hasta públicamente, se está acabando un poco la corrupción, pero también, yo creo que técnicamente deberíamos pensar que los criminales, los secuestradores son gente mala, no son héroes de la nación y no son gente a la que debemos dar tanta protección.