Decenas de niños y niñas han perdido la vida en tiroteos en Estados Unidos; un ataque masivo más se registró en una primaria de Uvalde, Texas, con 19 menores y dos profesoras muertas, ocurrido el pasado 26 de mayo. Días previos, el 14 de ese mes, el blanco fue un supermercado de Búfalo, Nueva York, con 10 afroamericanos asesinados.
Miles de estadounidenses alzan la voz para aumentar el control de armas, incluso, el presidente Joe Biden ha estado en favor de las movilizaciones para exigir la regulación de estos artefactos.
En Twitter, el mandatario indicó que “el Congreso debe prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad; endurecer los controles de antecedentes y acabar con la inmunidad de los fabricantes de armas ante acusaciones legales.”
Recordemos que México hace unos meses presentó una demanda ante tribunales estadounidenses contra fabricantes de armas, por no tener control de a quien se venden.
El jueves pasado, la Cámara de Representantes aprobó, con el voto en contra de la oposición republicana, un proyecto de ley denominado “bandera roja”, vigente en los estados de Nueva York, California y Florida que permite confiscar armas compradas legalmente a aquellos que representen un peligro para otros o para sí mismos; obligar a mostrar un certificado de antecedentes de quienes aspiren a comprar un arma y elevar la edad legal para ello, que actualmente es de 18 años.
A principios de este mes, el presidente de Estados Unidos insistió al Congreso prohibir las armas de asalto; son éstas las que matan a niños y niñas estadounidenses, pero también son las que se usan para asesinar a miles de mexicanos, porque son las que llegan al crimen organizado en nuestro país.
El pasado sábado 11 de junio, se dio una marcha masiva para protestar contra la venta de armas sin regulación.
Jake Schummer, cuando tenía tan sólo ocho años, iba a la primaria Sandy Hook, donde el 14 de diciembre del 2012, Adam Lanza, un adolescente, mató a 20 niños en cinco minutos.
A más de 9 años de esos hechos, Jake no se explica cómo es que la situación no cambia para la regulación de armas, porque él aún recuerda a sus dos amigos de la infancia que perdieron la vida en la masacre de su escuela.
Jake Schummer Newtown, con su playera azul y el lema “Marcha por Nuestras Vidas”, fue uno de los miles que se sumó a la protesta en la capital de EU en favor de regular las armas de asalto, con las cuales asesinos solitarios han matado y herido a más de 500 personas en los últimos cinco meses, según Gun Violence Archive.
Salió desde Connecticut, para recorrer 482 kilómetros y llegar a Washington DC. Todavía no supera el terrible día en el que se encontraba con tan sólo 8 años en la primaria y un asesino empezó a disparar, atando a sus amigos.
AUMENTAN PROTESTAS POR EL CONTROL
Además de la marcha en el Monumento a Washington, este fin de semana se dieron protestas en 449 ciudades más, como en Nueva York, Chicago, Los Ángeles y Miami.
Durante esta manifestación contra la violencia, un hombre causó pánico en Washington DC. al gritar que estaba armado, lo que provocó que decenas de manifestantes huyeran del sitio, provocando caos por varios minutos, al final, el sujeto fue arrestado y puesto a disposición de las autoridades.
Lejos de llegar a endurecer las normas para el uso de un rifle de asalto, las búsquedas en Internet para adquirir armas de fuego en Estados Unidos aumentaron, así lo reporta el buscador Google. En su informe realizado por Google Trends indicó que la palabra “fire arm” o arma de fuego en español, fue la tercera más escrita en el buscador.
Los republicanos han impedido reiteradamente cualquier límite a la tenencia de armas de fuego en el Senado. Ha sido una disputa política de años entre republicanos y demócratas, los primeros aseguran que tener un arma es un derecho constitucional y los segundos aseguran que hay que tener una mayor regulación para evitar estos tiroteos y tantas muertes.
Pero parece que algunos, aunque sean de partidos contrarios, buscan un acuerdo.
Este domingo, un grupo de 20 senadores estadounidenses, demócratas y republicanos, anunció un principio de acuerdo para aumentar el control sobre las armas de fuego en el país, que propone medidas de mínimas.
En un comunicado, indicaron que el acuerdo incluye una revisión del proceso de compra de armas para los menores de 21 años.
El paquete de medidas también incluye restringir ligeramente el acceso a las armas a determinadas personas, más fondos para recursos de salud mental y para reforzar la seguridad en las escuelas, dos aspectos en los que insisten los defensores de estos artefactos de fuego cada vez que hay un tiroteo.
El acuerdo es significativo por el hecho de que cuente con apoyos de ambos partidos y porque es la regulación más relevante en 30 años, pero son medidas descafeinadas, muy lejos de las propuestas de la Casa Blanca y de la mayoría de los representantes del Partido Demócrata. Es un acuerdo insuficiente si se pretende lograr que se impongan mayores restricciones a la venta y uso de armas.
Mientras en el Capitolio buscan acuerdos, el fin de semana hubo otro tiroteo en Ohio, Estados Unidos, dentro de un centro comercial; una persona murió.
Y en otro estado, Kentucky, policías recibieron una llamada de emergencia y localizaron a cinco adolescentes lesionados, tres con heridas de bala, se trata del segundo ataque en esa zona en menos de una semana.
El tema de regularizar las armas en Estados Unidos, que es ya más político que otra cosa, por primera vez se quieren lograr consensos, pero será muy difícil que la mayoría de los legisladores republicanos lo acepten.
El controlar las armas no solamente beneficiará a los estadounidenses, sino también a México. Ya tenemos demasiados muertos en ambos lados de la frontera.