“En Avándaro, el gobierno se espantó y dijo: ‘el rock and roll es nefasto’”

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso&nbsp;<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

En días pasados se cumplieron 50 años de aquel famosísimo Festival de Avándaro, un evento sin precedente en México.

Fue el 11 de septiembre de 1971, que un evento como éste cambiaría el modo de entender la música y a la juventud mexicana. Se trató del Festival de Avándaro, cuyo nombre oficial fue Festival Rock y Ruedas de Avándaro y se realizó en el pueblo de Tenantongo, en Valle de Bravo, Estado de México.

Para algunos, el Festival de Avándaro se trató de la versión mexicana del Festival de Woodstock. Fue un concierto que reivindicaba los derechos de la juventud, lo que en aquella época representaba una ruptura con el conservadurismo.

Había antecedentes importantes. Poco antes del festival, que reunió a miles de jóvenes, habían sucedido los terribles hechos, donde se reprimieron a los estudiantes en 1968 y el Halconazo, en 1971.

El gobierno del presidente Luis Echeverría Álvarez no quería que este movimiento se le saliera de control, y desde ese entonces hasta entrados los años 80, se prohibieron los conciertos de rock en México.

El gran músico, Álex Lora, es un sobreviviente de Avándaro, y a pesar de la represión nunca abandonó su carrera.

Para mi libro Muy Personal platiqué con Álex Lora sobre este tema, y esto fue lo que me dijo:

Álex Lora (ÁL): Fue una tocada histórica. Yo he tocado en mil, pero como ésa nunca va a haber otra, porque fue algo mágico, fue el éxtasis del jipismo en México. Se pensaba que iban a ir 10 mil personas y fueron casi 500 mil.

La tocada iba a ser nada más un preámbulo para que después empezaran las carreras, pero fue tal cantidad de banda, que ya no hubo carrera. Donde iban a pasar los coches del Circuito Avándaro había raza acampada. Entonces ya no se pudo hacer la carrera y fue nada más la tocada. A nosotros nos tocó cerrar, empezamos a tocar y seguimos como hasta las nueve y media de la mañana, como no seguía nadie después, nos gritaban “otra, otra”, y nos seguimos tocando.

Aparte nos tocó abrir el viernes en la noche. Cuando llegamos ya había más de cinco mil personas y nos dijeron: “¿Por qué no prueban el sonido?”, nos aventamos una rola para probar el sonido, pero ya con toda la raza, fue como tocar. El viernes en la noche inauguramos la tocada y luego la cerramos el domingo como de cuarto para las ocho a nueve y media de la mañana. De hecho, mi domadora y yo ahí nos conocimos, y a los máximos intérpretes de la Onda Chicana, como se le llamaba en aquella época al movimiento del rock and roll en México, porque los grupos cantábamos en inglés y los nombres de los grupos también estaban en inglés.

Bibiana Belsasso (BB): Después de esa noche mágica con muchísimos grupos de rock extranjeros y mexicanos, la prensa los trata muy mal, salen en primera plana de los diarios cosas horribles… asustaron a la prensa, pero sobre todo al gobierno.

ÁL: En ese año, en el 71, cuando fue la tocada, el 11 de septiembre para amanecer 12, que era cuando iban a empezar las carreras... como decía el periódico precisamente al otro día: “No hubo carrera de coches, fue de motos”.

BB: Y ve la cantidad de masas que empiezan a mover en un México que estaba pasando por lo del Movimiento del 68. El gobierno lo quería controlar.

ÁL: En ese año fue la bronca de los halcones, el 10 de junio del 71, y todavía estaba fresco en la memoria Tlatelolco, que fue en el 68. Entonces con una tocada a la que iban a ir 10 mil personas, y que llegaron casi 500 mil, el gobierno se espantó y dijo: “Todo lo que huela a rock and roll es nefasto para los jóvenes”.

El cantautor Álex Lora en imagen de archivo.
El cantautor Álex Lora en imagen de archivo. ı Foto: Especial

BB: Para muchos jóvenes esto está fuera de contexto, porque no lo vivieron, esto les parecería una cosa totalmente absurda, porque es otra generación; se prohibieron los conciertos de rock en México desde principios de los 70 hasta ya casi los 90.

ÁL: Se decía: “Todo lo que huela a rock es nefasto para nuestra juventud, porque no vaya a ser que cuando estén ahí reunidos llegue un monito y les diga: ‘vámonos sobre Palacio Nacional, muera el mal gobierno y arriba la anarquía’”.

BB: Álex, muchísimos grupos desaparecieron, los únicos que sobrevivieron fueron ustedes, porque, como dices, empiezan a trabajar de una manera subterránea.

AL: Por aferrados.

BB: Empiezan a tocar en los llamados hoyos, los sótanos, en la clandestinidad.

ÁL: Antes del Festival de Avándaro, el rock and roll era de la clase media alta, los hijitos de papi eran los que tocaban sus instrumentos, sus papás tenían el dinero suficiente para comprárselos, y después del Festival de Avándaro se convirtió en bandera de la clase media baja, es cuando El Tri de México se convirtió en lo que es hasta la fecha, la bandera del rock and roll mexicano.

BB: En esos momentos ésa era la manera de poder expresarte, de estar en desacuerdo o no con los distintos gobiernos, a través de la música y de los instrumentos. Hoy vemos a chavos anarquistas tratando de aventar bombas molotov, eso es otro mundo.

ÁL: En ese momento cambió la situación: primero se le consideraba la Onda Chicana, y a partir de ese momento se le empezó a considerar rock and roll mexicano. Desde el Festival de Avándaro teníamos un par de canciones en español, la mayoría eran canciones originales de nosotros, pero en inglés. Cuando nacen los hoyos funky, bautizados así por el maestro Parménides García Saldaña, las bandas de aquella época empezamos a hacer nuestras propias canciones, con nuestro propio lenguaje.

BB: También viene lo que te decía tu maestro, lo mencionas en tu libro, se ve que ha marcado tu vida: “el rock ya no es sólo para las clases altas, el rock es para toda la raza y lo importante es que entiendan lo que estás diciendo”.

ÁL: Claro, y la raza lo adoptó como su bandera y es cuando El Tri se convirtió en lo que es hasta la fecha, el portavoz y la bandera de la raza rocanrolera y de la sociedad.

Para cuando llegan los grupos de Argentina y de España, cantando rock original en español, a mediados de los 80 con el movimiento de Rock en tu Idioma, nosotros ya teníamos más de 15 discos grabados de rock original en español, en los cuales retratamos el momento social, político e histórico que se vivió durante aquella época. Por ejemplo, el maestro me motivó cuando llegó a mi casa con el disco que hizo Alfredo Díaz Ordaz, el hijo del que fuera en ese momento el presidente Gustavo Díaz Ordaz.

Paradójicamente, ese presidente censuró durísimo el rock and roll y le sale un hijo rocanrolerísimo.

La raza reconoce que es la realidad y se ríe de su propia desgracia y de su realidad, nosotros le damos la sensación de libertad que sentimos cuando estamos rocanroleando

BB: ¿En qué acabó todo esto?, ¿qué pasa cuando de repente confrontas al presidente o expresidente diciéndole: “a ver, por qué su hijo sí y nosotros no”?

ÁL: Todas esas rolas siempre han sido, vamos a decirlo, clásicas desde que nacieron. En su momento la rola decía: “Ya sólo va a poder tocar el hijo de Díaz Ordaz”, ya han ido cambiando los personajes. Por ejemplo, la rola de “Nuestros Impuestos” decía: “La familia Echeverría se fue a dar un rol, doña Esther y su marido se fueron a dar un rol, y es que nuestros impuestos…”, los personajes se van adaptando, según el momento que estamos viviendo.

BB: Hoy estamos viendo mucha corrupción dentro y fuera del país, ¿lo ves peor que en otros tiempos?, ¿cómo lo ves?

ÁL: La raza reconoce que es la realidad y se ríe de su propia desgracia y de su realidad, nosotros le damos la sensación de libertad que sentimos cuando estamos rocanroleando, crea una catarsis que hace que ellos se olviden de sus broncas y se sientan libres.

Rocanrolero. Y chamacos recuerden: el rocanrol es un deporte, practíquenlo. ¡Y que viva el rock and roooll!

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