Bibiana Belsasso

Calor infernal

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Para esta semana se espera que el termómetro rebase cifras récord de calor en la Ciudad de México.

El calor en estos días en todo el país ha sido muy intenso, y es que no estamos preparados para estas temperaturas tan extremas, por ejemplo, en la Ciudad de México.

Para los que vivimos en la capital del país, este calor se nos ha hecho fuera de lo común, pero ya hemos tenido días así de calurosos en el pasado. Para finales de esta semana, los especialistas aseguran que tendremos la temperatura más alta en la historia de la Ciudad de México.

En esta ciudad ha habido otras olas de calor, por ejemplo, el 9 de mayo de 1998, cuando se reportaron 38 grados en la zona de La Merced, el récord hasta ahora más alto en décadas del día más caluroso.

Mientras que reportes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el mayor registro para un 6 de marzo, considerado el día más caluroso al año en la CDMX, data de 1991, cuando el termómetro alcanzó los 30.2 °C; el siguiente es de hace casi un siglo, en 1924, en un año bisiesto, cuando se registraron 30.1 °C. En tercer lugar, el registro de 29.7 °C reportado en 1998 y el pasado 6 de marzo, la capital reportó su cuarto registro más alto en la historia, con 29.6 grados.

Para esta semana se espera que el termómetro rebase estas cifras récord de calor, pues como nunca antes se ha visto, esta ola azota a la Ciudad de México, que enfrenta varios retos, como la quema de combustible de automóviles privados y de transporte público, muchas zonas de concreto expuestas directamente al sol, sin sombra y pocas áreas verdes.

Apenas estamos a mediados de junio y aún falta la llegada de la canícula en julio, un período peligroso debido a la disminución de lluvias y a más calor.

Estamos en la tercera ola de calor que comenzó en junio y, de acuerdo con el Servicio Meteorológico, esta ola de calor presenta “condiciones anormales” debido a que “hay una cierta influencia del calentamiento global y la radiación solar, que en este año se ha registrado más de lo normal”.

Una ola de calor ocurre durante un periodo de al menos tres días seguidos y hasta varias semanas, con temperaturas arriba del promedio, tanto en sus máximas entre las 2 y las 4 p.m. y las mínimas de 5 a 7 a.m.

Este fenómeno golpea con mayor fuerza en entidades como Sinaloa, Tamaulipas y Nuevo León, donde reportan 45 grados.

Mientras que en otros 20 estados el termómetro está entre los 40 y 45 grados centígrados. En otras ocho está entre 35 a 40 grados y dos entidades reportan relativamente temperaturas más bajas de entre 30 a 35 grados, se trata de Tlaxcala y la Ciudad de México.

La preocupación en la capital del país radica en que de forma recurrente estamos en nivel 11 de radiación, como sucedió el pasado lunes 12 de junio, cuando la misma Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la CDMX informó de la situación a través de sus redes sociales.

Afecta por igual

Gráfico
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Y es que cuanto más alto es este valor, mayor es la posibilidad de sufrir lesiones en la piel y en los ojos y menor el tiempo que tardan en producirse.

México no es el único que padece por esta ola de calor. Ocurre a nivel mundial y gran parte de ello se debe  al cambio climático, que está haciendo que este fenómeno sea más largo, más extremo y más frecuente.

Porque, como lo han indicado los expertos, no son fenómenos meteorológicos insólitos en esta época del año, se presentan de forma normal en primavera y verano; sin embargo, se han encendido las alertas porque pueden comenzar a causar afectaciones en urbes de todo el mundo.

Por ejemplo, el verano del año pasado ha sido el más caluroso registrado en Europa. Por ejemplo, en España no se tenían esas temperaturas desde 1961. Y los datos de las agencias climatológicas de la Comisión de España hablaron de temperaturas récord al alza, las más calurosas desde 1880.

Las olas de calor han ocurrido en el pasado, pero el cambio climático está haciendo que sean más largas, más extremas y más frecuentes.

La Organización de las Naciones Unidas cree que hay un 98% de posibilidades de que en los próximos cinco años se supere el récord de temperatura global alcanzado en 2016, cuando se mezcló el cambio climático con el efecto de El Niño por un periodo prolongado, causando que la temperatura global subiera 1.1 grados por encima de la registrada en la era preindustrial.

Y las conclusiones de su informe advierte: “Cada año, empleando modelos informáticos, se realiza un análisis sobre la evolución de las temperaturas durante un lustro, en este caso 2023-2027, teniendo en cuenta el efecto del calentamiento global generado por el hombre y las variaciones naturales del sistema climático. Y en cada edición las previsiones empeoran y se pronostican temperaturas más altas”.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) se sumó a la preocupación, al indicar en un comunicado que, en 2022, la temperatura media mundial superó en más de un grado los niveles preindustriales, entre los años 1850 y 1900.

Y es que las altas temperaturas del año pasado afectaron principalmente a Estados Unidos, Francia y Reino Unido, este año se esperan temperaturas aún más altas.