Es una práctica añeja, aparentemente sencilla, pero que genera millones de pesos a quienes lo hacen.
Es el llamado “huachicoleo carretero”, en el que un grupo de personas, sea cual sea su causa, toma las casetas de peaje y pide “cooperaciones voluntarias” para permitir que circulen los automovilistas.
Desde siempre, estos sujetos han actuado ante la mirada de las autoridades sin que nadie se atreviera a impedirles estas prácticas de extorsión; sin embargo, este delito ha dado un giro, ya que se ha identificado que grupo criminal está detrás de las tomas en Morelos: se trata de Guerreros Unidos.
Este grupo criminal Guerreros Unidos está ligado a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en aquella trágica noche de Iguala. Casi todos sus líderes, asesinos confesos de los estudiantes hoy están en libertad. Y son precisamente éstos quienes están moviendo a su gente para tomar casetas y hacerse de miles de pesos en poco tiempo.
Las investigaciones de las autoridades estatales y federales se intensificaron luego de la ocupación de la plaza de cobro 184 “Francisco Velasco Durán”, también conocida como Alpuyeca, al sur de Morelos, la cual estuvo tomada por 15 días.
Es así como se identificó a uno de los líderes de los bloqueos, se trata de Eduardo Vidal, El Caña, uno de los integrantes de Guerreros Unidos.
Los sujetos que participaban en la toma de caseta eran reclutados en comunidades y unidades habitacionales de Guerrero, de municipios de la Costa Chica como Ometepec o de la zona centro como Chilpancingo, a quienes se las pagaba hasta 1,500 pesos diarios.
En el operativo del pasado 20 de octubre para recuperar la caseta, fueron detenidos 43 hombres, 14 mujeres y 21 menores de edad; además se logró liberar a tres conductores de autobuses que habían sido privados de la libertad desde ocho días antes.
Los adultos fueron puestos a disposición del Ministerio Público y los menores de edad fueron entregados a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y la Familia, del DIF Morelos.
Tras la captura, decenas de personas que se identificaron como familiares de los detenidos, llegaron a las instalaciones de la Unidad Especializada Contra el Secuestro y Extorsión (UECS) para exigir la liberación de sus familiares.
Estas personas bloquearon el acceso a las instalaciones agrediendo a servidores públicos y policías, además de ocasionar daños a patrullas; por lo que otras 69 personas fueron detenidas.
Por lo pronto, ya han sido puestos a disposición del Agente del Ministerio Público y el fin de semana un juez impuso prisión preventiva a 57 adultos detenidos en las acciones del 20 de octubre en la caseta de Alpuyeca, en la Autopista del Sol.
Se tiene previsto que la audiencia para la posible vinculación a proceso se efectúe mañana.
La Fiscalía de Morelos los acusó por los delitos de secuestro exprés, secuestro agravado y asociación delictuosa en agravio de tres operadores de autobuses de la región.
Recordemos quién es este grupo de Guerreros Unidos:
Tras la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero, y luego una larga investigación, sabemos que la de-saparición de los jóvenes se dio precisamente por el enfrentamiento entre Guerreros Unidos y Los Rojos. Que los estudiantes fueron confundidos como parte del grupo delictivo de Los Rojos y tomados por líderes de Guerreros Unidos.
Toda esa zona de Guerrero es muy disputada por grupos criminales porque es un punto estratégico para el trasiego de la droga, paso obligado entre Tierra Caliente, Acapulco, Taxco, Cuernavaca y el Estado de México.
Existen pruebas contundentes de cómo estuvieron involucrados los Guerreros Unidos en todo el tema de la desaparición de los jóvenes; sin embargo, hoy casi todos los implicados en el caso Ayotzinapa están quedando en libertad. Sicarios, narcotraficantes y policías corruptos, todos confesos, están llegando a la calle.
Poca importancia tienen todas las carpetas de investigación y las declaraciones que los involucran con la delincuencia organizada.
Hoy, por el Caso Iguala, de los 169 detenidos, la mayoría está libre debido a faltas en el debido proceso.
Entre ellos está Gildardo López Astudillo, El Gil, señalado de coordinar las operaciones la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando los estudiantes de Ayotzinapa fueron secuestrados.
Tanto El Gil como los autores materiales argumentaron rendir su declaración bajo tortura. Además, policías de Cocula, Iguala y Huitzuco también fueron puestos en libertad, pese a ser señalados de entregar a los jóvenes a Guerreros Unidos.
Cada día estamos más lejos de que los padres de los 43 jóvenes desaparecidos se encuentren con la justicia y se castigue a los verdaderos culpables de ese terrible crimen y ahora, además, tenemos a estos señores tomando casetas y amedrentando a todos los automovilistas.
Ya fueron identificados por las autoridades. Pero además de bloquear las vías de comunicación, que es un delito federal, que se puede castigar con hasta 30 años de cárcel, los Guerreros Unidos se dedican al trasiego de droga, al robo y la extorsión.
Lo cierto es que este boom de los últimos meses, en cuanto a la toma de casetas, ha sido bajo el pretexto de la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus, y es así como diversos grupos han secuestrado infinidad de casetas en todo el país, para sacar un provecho económico.
En tan sólo un minuto, estos sujetos se embolsan hasta mil pesos.
Son distintos los grupos criminales que están tomando las casetas en muchas zonas del país. No nos engañemos, son delincuentes que además están afectando como siempre a los ciudadanos.
Qué miedo tenerles que dar dinero a estos sujetos para que puedas circular en las carreteras del país.
