Cada día se nos está limitando más el derecho a saber qué sucede con las políticas públicas de nuestro país.
¿Por qué hay tantos apagones en ciertas zonas del país? Hasta hace muy poco sabíamos que muchos habían sido provocados por políticas públicas equivocadas, pero ahora, desde el pasado 4 de julio, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) ya no dará a conocer al público toda la información del Margen de Reserva Operativa del Sistema Eléctrico Nacional, y no sabremos la situación real de los apagones eléctricos o las alertas de emergencia nacional.
A través de un comunicado, detalló que “es información reservada por cuestiones de seguridad, en términos de los artículos 99, segundo párrafo, 100 y 110, fracción I de la ley”.
Ahora, esta información sólo será conocida por integrantes de la industria eléctrica, como funcionarios de la Secretaría de Energía (Sener), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), participantes del mercado, transportistas y distribuidores.
Y es que el Cenace dividió la información en tres secciones: el área pública, el área segura y el área certificada, en estas dos últimas se necesitan credenciales de acceso y certificado digital.
La poca información que serguirá siendo pública en la página del Cenace es sobre la demanda eléctrica del país.
Es como si se clasificara la información como en tantos otros temas para que la sociedad no la conozca. Hemos visto ya como el Presidente Andrés Manuel López Obrador clasificó sus obras prioritarias como de seguridad nacional, el Ejecutivo emitió un nuevo decreto que clasifica al Tren Maya, el Tren Interoceánico y las obras de los aeropuertos de Palenque, Chiapas; de Chetumal y de Tulum, Quintana Roo, como de seguridad nacional e interés público.
Así, la información de sobreprecios y demás, queda reservada.
Si ya es preocupante que se reserve la información, sobre todo con las obras públicas, pues recordemos que es dinero que se recauda a través de los impuestos y del trabajo de todos los mexicanos, más lo es con el sistema eléctrico, porque los apagones afectan directamente a la población y los cambios de voltajes que se dan afectan los aparatos eléctricos de los hogares.
En los meses de mayo y junio, debido a las altas temperaturas, que en algunos lugares rebasaron los 30 grados centígrados, hubo una alta demanda del servicio de energía eléctrica no sólo para uso industrial, también para el consumo particular, lo que llevó a las autoridades a declarar emergencia los días 7, 8 y 9 de mayo pasados.
En esa ocasión, 23 entidades reportaron cortes de luz. Urge en nuestro país modernizarnos hacia energías limpias, que no cantaminen y que, además, garanticen un sistema de energía suficiente para abastecer las necesidades que también se van incrementando con los años. No nos podemos quedar solamente con las energías basadas en petróleo, gas o carbón.
En la oscuridad, datos sobre apagones
Recordemos que la reserva de planeación mínima, que debería tener el Sistema Interconectado Nacional (SIN), debe ser del 13% de energía, pero en meses con mucho calor, el indicador llegó a ubicarse por debajo de 3%, lo que provocó que el Cenace emitiera “Estado Operativo de Emergencia”.
A esto hay que sumarle que tenemos temperaturas más extremas y que se necesita mayor energía para los sistemas de ventilación por el cambio climático.
A partir de las alertas de emergencia por la deficiencia en el sistema eléctrico, es cuando se empezó a restringir la información, hasta ahora, que ocultarla ya es oficial.
Expertos aseguran que a finales de éste y el próximo año, la demanda de energía eléctrica podría superar la capacidad debido a que la infraestructura actual ya quedó rebasada para la distribución y transmisión de electricidad. Lo que sucede es que crece a mayor ritmo la demanda de energía, que la posibilidad de ampliar las redes de distribución.
Por eso se tiene que hacer una estrategia muy seria sobre el tema energético. Es verdad, el actual Gobierno busca que México tenga soberanía energética, pero en un mundo global y apostándole a energías contaminantes no nos beneficia.
Veremos qué pasa con las decisiones que se tomen en el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum, ella es especialista en medio ambiente y conoce bien el tema energético.
Hace un mes, el director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, reconoció que en cinco años sólo se han puesto en marcha cuatro de los 22 proyectos de plantas para energías renovables, esto pese a que México debe invertir en este tipo de energías para evitar constantes apagones eléctricos.
En ese informe dijo que se trataba de cuatro centrales hidroeléctricas, que en conjunto tienen una capacidad para 322 megawatts totalmente concluidos, lo que equivale al 8.2% de la capacidad de todos los planes de energía limpia de la CFE, que son 6 mil 925 megawatts.
El mismo funcionario reconoció que la capacidad de generación del Sistema Eléctrico Nacional supera los 87 mil megawatts, de los cuales, el 68% corresponde a la estatal eléctrica, de ésta, 35% corresponde a energía limpia y de ella, tan sólo 18% a renovables intermitentes, que en su mayoría es generada por el sector privado.
Este año, la Secretaría de Energía (Sener) indicó que por primera vez la generación de energía solar supera a la del viento en México.
Esta energía es una de las principales fuentes de energía limpia y renovable, y el impacto que tiene sobre el medio ambiente es positivo, puesto que es de las que menos contaminan y no usa recursos naturales agotables.
En México obtenemos nuestra energía casi en un 80 por ciento de los combustibles fósiles que, además, son muy contaminantes.
Ahora, poco sabremos de la situación energética del país, con esta nueva medida de clasificar y controlar la información.