La entrega de Ismael El Mayo Zambada

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

El día de ayer se entregaron a las autoridades de Estados Unidos el histórico líder del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada García y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.

Zambada García era uno de los capos más buscados por Estados Unidos. La DEA y el Departamento de Estado ofrecían una recompensa de 15 millones de dólares a quien proporcionara información que llevara a su captura, no fue necesario el pago porque la entrega de estos dos personajes tan importantes del Cártel de Sinaloa fue pactada.

Llegaron a un aeropuerto privado en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas y ahí se encontraron con las autoridades.

Sin duda no fue un hecho espontáneo, estos acuerdos entre autoridades estadounidenses y narcotraficantes que buscan reducción en sus condenas a cambio de brindar información llevan tiempo, pero es un hecho que, si cooperan con las autoridades, y la información que dan funciona para poder desmantelar estructuras y redes de tráfico de drogas, las reducciones en las condenas y las condiciones en las que son recluidos son bastante benéficas.

Por ejemplo, Emma Coronel, esposa de El Chapo Guzmán, también pactó su entrega, estuvo detenida un par de años y hoy está fuera de la cárcel en libertad condicional.

El Mayo Zambada es un personaje muy importante en la historia del Cártel de Sinaloa, a diferencia de las nuevas generaciones que han sido mucho más visibles, El Mayo siempre manejó un bajo perfil toda su vida. Al ser extraditado Joaquín Guzmán Loera, Zambada siguió fungiendo como líder del Cártel y padrino de los jóvenes, hijos de El Chapo, hasta que llegaron las divisiones y las confrontaciones.

Al ser detenido El Chapo Guzmán se dice que éste le encargó a “sus muchachos”. Por ejemplo, cuando los hijos de Guzmán Loera fueron secuestrados en el restaurante de Puerto Vallarta llamado La Leche en 2016, se dice que por gente del CJNG, quien negoció su liberación fue precisamente el poderoso narcotraficante.

Pero los jóvenes crecieron, se empezaron a enfrentar con la gente de la generación de su padre, primero con Dámaso López, quien fue extraditado a los Estados Unidos, y sus hijos.

El propio Dámaso le pidió a su hijo que se entregara y trabajara como testigo protegido antes de que los “Chapitos” lo mataran. Dámaso López Serrano, alias Mini Lic, se entregó en 2017 a las autoridades estadounidenses, fue testigo protegido y hoy está en libertad condicional.

Cuando se dio el llamado “Culiacanazo”, en octubre del 2019, que autoridades de las Fuerzas Armadas detuvieron a Ovidio Guzmán y se armó una balacera muy fuerte en donde finalmente fue liberado Ovidio, se dice que ése fue el último apoyo que recibieron los “Chapitos” de parte de El Mayo Zambada, quien no estaba de acuerdo en su forma de trabajar y con quien ya estaba muy enfrentado.

El testimonio de Ismael Zambada García es muy valioso para las autoridades estadounidenses, conoce las entrañas del narcotráfico no sólo en México, sino en varios países donde el Cártel de Sinaloa tiene socios. Sabe quiénes son los narcotraficantes y las autoridades que han trabajado con ellos. Y tiene información de años.

Uno de los capos más buscados

El líder del Cártel de Sinaloa, en una imagen de archivo.
El líder del Cártel de Sinaloa, en una imagen de archivo. ı Foto: Especial

Hoy, El Mayo Zambada tiene 76 años, aseguran sus cercanos que su salud es precaria. Su hermano Jesús El Rey Zambada, detenido y extraditado a Estados Unidos, fue uno de los testigos en el juicio contra Guzmán Loera y su hijo Vicente Zambada Niebla fue detenido en 2013, se declaró culpable hoy ha sido liberado.

Muchos seguramente están preocupados con lo que podría declarar El Mayo en los próximos meses.

¿Quién es Ismael El Mayo Zambada? El Mayo Zambada es cofundador y presunto líder actual del Cártel de Sinaloa.

Está en el negocio del narcotráfico por lo menos desde finales de la década de 1980 y fue miembro principal de la organización de Amado Carrillo Fuentes.

Para finales de los 90, se posicionó como uno de los narcotraficantes mexicanos más fuertes, según las autoridades: era capaz de transportar toneladas de cocaína, marihuana y heroína. Además, tuvo vínculos con el Cártel de Juárez.

En 2018, en el juicio de El Chapo, el hermano de El Mayo Zambada, Jesús El Rey Zambada, testificó en contra de este capo. En el juicio dijo: Guzmán era uno de los “narcotraficantes más poderosos de México”. “Era el compañero de mi hermano. Mi hermano y El Chapo llegaron a un acuerdo de que iban a establecer una sociedad de 50-50”.

El Mayo se quedó como líder de la organización cuando Guzmán Loera fue recapturado en 2016.

Recientemente, el Cártel de Sinaloa se ha fraccionado y el grupo liderado por Zambada está enfrentado con otros miembros del Cártel, como los “Chapitos”.

Testigos protegidos. ¿Cómo funciona el programa de testigos protegidos en Estados Unidos?

La manera más eficaz que han utilizado las Fiscalías de Estados Unidos para armar los expedientes ha sido con información por medio del programa de testigos protegidos. A partir de esas declaraciones se han realizado investigaciones importantes que han llevado a la captura y, posteriormente, a la sentencia de los personajes más buscados. Hemos platicado con fuentes estadounidenses acerca de los programas de testigos protegidos. “Estados Unidos solamente negocia con delincuentes una vez que están en nuestro territorio y ellos no conocen los beneficios que obtendrán a cambio de esa información, hasta que se lleve a cabo su juicio”, indican.

Una vez que cualquier extraditado llega a EU, se puede acoger al programa Plea Bargaining, en el cual los detenidos brindan información. Para entrar a este programa, el detenido o su defensa lo deben solicitar. No se puede obligar a nadie que no lo desee. Hay muchos extraditados que quieren entrar al plan, pero los datos que pueden brindar ya no son útiles; a ellos no se les otorga este beneficio.

Las reglas son claras para empezar a colaborar con las autoridades. La primera es firmar un contrato con los compromisos a seguir. El más difícil, quizá, es no volver a hablar con familiares cercanos, como con la madre. Muchos no lo aceptan. El detenido se tiene que declarar culpable, sin saber cuál va a ser la sentencia.

Después viene un proceso para verificar la información y ver si como resultado se arman investigaciones de otras personas. En Estados Unidos, sobre todo les interesa saber quiénes son los socios o las redes de los narcotraficantes mexicanos en aquel país.

El juez toma en cuenta la cooperación para dictar sentencia, pero antes se corrobora todo lo dicho.

Pero ¿por qué muchas veces las condenas son menores en Estados Unidos?

Las autoridades afirman que prefieren armar casos mucho más sólidos con toda la información que se tenga, aunque sea por delitos con penas menores, e irlos ampliando, que juzgar a alguien sin tener los expedientes completos, en los cuales puedan perder los casos.

El caso más reciente en Estados Unidos se dio en el llamado “Juicio del Siglo” contra el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. En tres meses testificaron más de 55 testigos de la Fiscalía, entre agentes estadounidenses, antiguos operadores del Cártel de Sinaloa y hasta la amante de El Chapo.

Fueron 13 testigos cooperantes los que incriminaron al capo; entre ellos, Jesús El Rey Zambada, Juan Carlos Chupeta Ramírez Abadía, Tirso El Futbolista Martínez, Vicente El Vicentillo Zambada Niebla y Dámaso López, El Licenciado. Y no lo hicieron desde el anonimato.

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Jacqueline L'Hoist Tapia