Huachicol de turbosina

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Ahora ya no sólo perforan los ductos de gasolina para robársela y venderla, ahora lo hacen también con la turbosina. Sí, el combustible que utilizan los aviones. 

El crimen cada día es más ingenioso para robar. ¿Cuándo nos hubiéramos imaginado que ahora se están perforando los ductos para robar turbosina? Pero, además, el mercado para este tipo de combustible es escaso. Podrían ser los aviones o helicópteros privados o bien, aeronaves del crimen organizado.

No se sabe desde hace cuánto tiempo se están robando el combustible, porque fue hasta ahora que se dio la fuga y la contaminación del agua, que los vecinos se percataron del olor.

Las personas que habitan entre las avenidas 604 y avenida Texcoco llamaron a las autoridades, asustadas por el olor a combustible y de las sustancias que están en el agua, sobre todo en la potable, que es la que mayor riesgo representa para la salud de la gente.

Pero, además, teniendo una fuga de turbosina, es factible que pueda darse una explosión.

Trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) que llegaron al lugar y encontraron la fuga, se dieron cuenta que un ducto de este combustible había sido perforado. Y es que justo estos domicilios se encuentran cerca del aeropuerto, y justo por ahí pasan los ductos que llevan la turbosina al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Esta información ha sido ya confirmada a través de un comunicado de Pemex y Protección Civil de la Ciudad de México, que han reconocido que, efectivamente, se trataba del robo de turbosina.

El ducto del combustible es el que corre por la alcaldía Gustavo A. Madero (GAM), debajo de la colonia Cuchilla del Tesoro, la cual colinda con San Juan de Aragón y con el AICM, cuyo aeródromo se ubica en la avenida Capitán Carlos León S/N, colonia Peñón de los Baños, además, ese mismo ducto recorre el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México.

Hace unos días, por un fuerte olor a gasolina en la colonia San Juan de Aragón, en la alcaldía GAM, Ciudad de México, los vecinos se alarmaron y dieron aviso a las autoridades. Hoy, se percibe el olor aún más fuerte en las coladeras de la calle, sobre todo en la colonia Cuchilla del Tesoro, muy cerca de donde se han percibido estos olores a combustible. Pero, además, el agua se ve amarillenta y contaminada.

Ésta es la primera vez que las autoridades reconocen que existe huachicol cerca del AICM, con una toma clandestina donde ordeñan el ducto de turbosina en la Ciudad de México.

Las autoridades ya saben que fue vandalizado un ducto de turbosina. Hasta ahora, todos los ductos de Pemex que han sido perforados son de gasolina. Ahora, la gran interrogante es a quién y cómo venden la turbosina.

Ahora, las mismas autoridades reconocen que desde de febrero a mayo de este año, los reportes de robo en las tuberías que transportan turbosina han ido en aumento en la alcaldía Gustavo A. Madero. La turbosina es una mezcla de 30% de queroseno y 70% de gasolina, un tipo de combustible que se utiliza en la aviación, diseñado para aeronaves alimentadas por motores de turbina de gas. Su octanaje es mucho mayor que el de la gasolina que se usa en un auto, ya que está compuesto por hidrocarburos de 10 a 12 átomos de carbono.

En 2019, cuando comenzó el llamado combate al huachicol, el mismo Gobierno federal detectó este tipo de robo de turbosina, el cual, en ese momento, dijo, era vendido a empresas privadas y en aeropuertos estatales pequeños que no cuentan con una exhaustiva revisión. Pero tampoco se le dio seguimiento al tema ni se presentaron pruebas de que efectivamente esta turbosina fuera vendida a empresas privadas.

Riesgo latente

Trabajadores de Pemex y PC laboran en la zona de Aragón, en imagen de archivo.
Trabajadores de Pemex y PC laboran en la zona de Aragón, en imagen de archivo.Foto: Especial

De acuerdo con reportes oficiales, las aerolíneas comerciales sólo pueden abastecerse de turbosina mediante la compra del combustible a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA). Sin embargo, empresas más pequeñas, que sirven de taxis aéreos, pueden ser el mercado donde se vende esa turbosina robada.

En 2022, el abasto de turbosina representó un volumen de 5 mil 90 millones de litros, de los cuales 52% fueron comercializados por ASA y el restante 48%, por terceros, concretamente Word Fuel Services y Valero.

Hoy, la delincuencia organizada, dedicada al robo de turbosina, utiliza el combustible en sus propios aviones o lo coloca en el mercado negro dentro y fuera de México. Lo transportan en camiones cisterna que recorren diversos caminos federales que tienen como destino los puertos de las costas del Pacífico de nuestro país, como Lázaro Cárdenas, Puerto Vallarta, Manzanillo, Mazatlán. Además del robo, aquí también se corre el riesgo de que cualquiera de estos camiones pueda explotar.

Evidentemente, si todo es clandestino, no se guardan ni supervisan estos transportes.

A principios de 2019 se realizó un operativo conjunto de las secretarías de la Defensa y de la Marina con el que lograron detener por completo el robo a los ductos de turbosina, ya que todos quedaron controlados por estas dependencias y esto provocó que las ventas pasaran de 13 millones de litros diarios a 15 millones de litros vendidos cada día.

En ese 2019, luego de una solicitud vía transparencia, se reveló que, del 1 de noviembre al 20 de diciembre de 2018, Petróleos Mexicanos reportó el robo diario de 700 mil litros de turbosina, es decir, 242 millones 190 mil pesos.

De acuerdo con datos oficiales, con el operativo para combatir el huachicol se controlaban 15 ductos de turbosina a nivel nacional, en los que ya no se reportaba robo de turbosina, mientras que del 1 al 20 de diciembre había un reporte de 13 ductos en los que se extraía este combustible de forma ilegal.

En 2019, cuando estaba el operativo contra el huachicol, se dio a conocer que un tractocamión fue detenido en Guaymas, Sonara. Luego de la revisión, se descubrió que transportaba 66 mil litros de turbosina.

Guaymas es una zona donde opera el Cártel de Sinaloa y que disputa con el Cártel Caborca el liderazgo de varios delitos como extorsión, secuestro y cobro de piso.

Mientras que, en marzo de este año, tras un operativo realizado en Michoacán por personal de la Guardia Civil se aseguraron dos pipas con más de 60 mil litros de turbosina robada. Los policías recibieron el reporte sobre el robo de los dos tráileres a la altura del tramo Yurécuaro-Tanhuato.

Esta zona es controlada por el Cártel Jalisco Nueva Generación, que mantiene disputas con grupos criminales, como la Nueva Familia Michoacana y los Caballeros Templarios.

Hoy no se sabemos con certeza a quién se le vende esta turbosina robada, lo que sí sabemos es que es un riesgo enorme para los vecinos que viven cerca de los ductos perforados, y de las personas que circulan por las carreteras donde se transporta este combustible robado.