La justicia la determina el género

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana BelsassoLa Razón de México
Por:

La justicia es selectiva y machista, en México y el mundo.

Pero sobre todo esta misoginia quedó demostrada una vez más hace unos días en los juzgados de Estados Unidos. Un abusador sexual en serie, con acusaciones y casos comprobados, habiéndole suministrado drogas a sus víctimas para perder la voluntad y hacer su voluntad para violarlas ha quedado libre. Es el caso de Bill Cosby.

Una mujer que ha trabajado desde niña, que ha amasado una fortuna de millones de dólares y que ha sido siempre manejada y representada por su padre no puede tener su propia custodia a los casi 40 años, y el hombre que siempre la ha explotado económicamente tiene los derechos legales sobre ella y su dinero como si fuera menor de edad.

Es el caso de Britney Spears. Es verdad, la cantante pasó por un momento difícil de drogas y alcohol, e incluso estuvo internada en un hospital psiquiátrico, pero eso fue en el 2008, y lleva años en donde ella ya se puede hacer cargo de su vida y como bien lo dijo, decidir con quien se casa o que hace con el dinero que ella misma ha generado.

Hoy un juez ha dictaminado que su padre continúa con su custodia. 

El 25 de junio de 2015, cuando el caso alcanzó su máximo apogeo, la portada de la revista New York mostró a las 35 mujeres que hasta ese momento acusaron al llamado "papá de Estados Unidos" de haberlas drogado para después violarlas. Al lado de todas ellas hay una silla vacía que representa al resto de las mujeres que no pudieron salir en la portada o que permanecían calladas. Esa imagen fue fuerte y dura contra un hombre que no sólo fue defendido en la Corte, por años directivos de medios televisivos supieron lo qué ocurría en torno a Bill Cosby y prefierieron callar, voltear a otro lado mientras decenas de mujeres sufrían psicológica y físicamente.
El 25 de junio de 2015, cuando el caso alcanzó su máximo apogeo, la portada de la revista New York mostró a las 35 mujeres que hasta ese momento acusaron al llamado "papá de Estados Unidos" de haberlas drogado para después violarlas. Al lado de todas ellas hay una silla vacía que representa al resto de las mujeres que no pudieron salir en la portada o que permanecían calladas. Esa imagen fue fuerte y dura contra un hombre que no sólo fue defendido en la Corte, por años directivos de medios televisivos supieron lo qué ocurría en torno a Bill Cosby y prefierieron callar, voltear a otro lado mientras decenas de mujeres sufrían psicológica y físicamente.Foto: Especial

Los recientes casos judiciales de Bill Cosby y Britney Spears nos demuestran que la justicia es selectiva, incluso en países ricos y poderosos como Estados Unidos, donde presumen defender las libertades.

En el caso Cosby, de 83 años, el miércoles 30 de junio la Corte Superior de Pensilvania lo dejó en libertad, luego de anularle la condena de abuso sexual por drogar y violar a Andrea Constand, una empleada del área de deportes de la Universidad de Temple.

El cómico estuvo casi tres años en una prisión estatal cerca de Filadelfia, pero su caso dio un giro de 180 grados, luego de que los jueces determinaran que su detención fue “un agravio a la justicia fundamental”, porque se violó un acuerdo hecho entre Cosby y el juez de distrito que llevó el caso en 2005 llamado Bruce Castor.

En el que se comprometió a presentarse a testificar sin incriminarse en una demanda civil presentada por Constand en su contra, pero en 2015 el nuevo fiscal de distrito, Kevin Steele, decidió no acatar el acuerdo y lo enjuició meses antes de que el delito prescribiera.

Luego de revertir el procedimiento, el fiscal Steele publicó en un comunicado que el actor fue liberado por un procedimiento irrelevante relacionado con los crímenes. Pero felicitó a Constand y agregó: “Mi esperanza es que esta decisión no entorpezca las denuncias de abusos sexuales por parte de las víctimas... Todavía creemos que nadie está por encima de la ley, incluidos aquellos que son ricos, famosos y poderosos”.

La detención de quien en su momento fue reconocido como "El papá de Estados Unidos" por su papel en The Cosby Show, ocurrió por las múltiples denuncias de abuso y de haber drogado involuntariamente a sus víctimas.

Quedó libre con casi 60 denuncias por abuso sexual y sólo el caso de Andrea Constand llegó a tribunales. El resto de los casos, cuando las víctimas se atrevieron a hablar, había ya prescrito.

Y si Bill Cosby obtuvo su libertad, Britney Spears no tuvo suerte y sigue bajo la custodia de su padre, James Parnell Spears.

A finales de junio, una juez denegó la solicitud de la cantante para que este hombre dejara de ser su tutor legal.

Él maneja las finanzas de su hija junto a una firma de gestión de patrimonios, Bessemer Trust, que también controla otros aspectos privados de su vida y que el jueves pasado, en un nuevo desarrollo de los acontecimientos, pidió renunciar a la tutela.

La decisión de la empresa se produce días después de las explosivas declaraciones de Britney Spears en una audiencia pública de Los Ángeles, en las que aseguró que la tutela que "controla su vida" es "abusiva".

El caso ha acaparado las portadas por varias semanas lo que incluso ya es analizado en el Capitolio, debido a que miles de sus seguidores se han pronunciado en las calles y redes sociales con el #justiciaparaBritney.

Ella rompió el silencio al confesar que ya no deseaba estar bajo el cuidado de su padre, a quien, asegura, le tiene miedo, y que le prohíbe tener un hijo con su actual pareja ya que tiene un dispositivo intrauterino.

Los seguidores de Britney aseguran que debe ser "liberada", que es injusto que una mujer que durante años se hizo cargo de su carrera musical, hoy recibe migajas de sus ganancias y mantienen la nómina de cientos de empleados con base a lo que ella capitalizó por varios años, y tienen toda la razón, pero la versión oficial dice que se trata de una medida de "protección".

Actualmente, está fuera de los escenarios, pero en su cuenta de Instagram confesó a sus fans que su vida no es fácil y “quienes lo crean están equivocados.”

Los problemas de Britney se remontan a 2008 cuando tenía 27 años y sufrió varios colapsos nerviosos en público, que evidenciaron sus problemas de salud mental. Los informes médicos detallan que trató de suicidarse y que tuvo que ser trasladada a un hospital psiquiátrico.

Ante este panorama, su padre pasó a convertirse en su agente, gerente y cuidador, hasta el año 2019. Y en el administrador de todas sus finanzas en la actualidad.

Para quienes imparten justicia, en el caso de Britney Spears dan por hecho que sus problemas mentales son demasiado importantes como para dejarla vivir en libertad, bajo sus propias reglas, como cualquier persona de 39 años que comete errores y tiene altas y bajas, pues creen que no será capaz de controlarse, mientras que hombres como Bill Cosby, con acusaciones públicas de acoso sexual y violación, sí son merecedores de ser libres y caminar por las calles sin remordimiento.

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.