El maltrato animal y la salud mental

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Zeus era el nombre de un perrito que dio su vida por defender a su amo. Un asaltante de nombre Édgar quiso asaltar a su dueño y el perro saltó para morderle la mano.

En su furia, el asaltante agarró a balazos al perrito, matándolo. Esto ocurrió el viernes 21 de julio en la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.

El agresor huyó e intentó ocultarse en la colonia Peralvillo, hasta que fue localizado por las cámaras del C5, detenido, y hoy está en prisión. El juez fijó un mes de plazo para el cierre de la investigación complementaria.

Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana capitalina, señaló que “el maltrato animal es la antesala de la violencia social que escala hasta lastimar a seres humanos”.

Y es verdad, una persona que de forma constante y sistemática maltrata a mascotas, como perros o gatos, casi siempre es alguien que vive o ha vivido en un entorno social violento y esa violencia escala.

Los casos de maltrato animal salen a la luz con más frecuencia y los expertos en comportamiento humano aseguran que puede tratarse de un trastorno llamado antisocial o sociopatía.

Especialistas de la Clínica Mayo explican que éste es un trastorno de personalidad antisocial, a veces llamado sociopatía, es una enfermedad de la salud mental en la cual una persona no demuestra discernimiento entre el bien y el mal e ignora los derechos y sentimientos de los demás. Las personas con trastorno de la personalidad antisocial tienden a hacer enojar o molestar a los demás de forma intencional y manipulan o tratan a los demás con crueldad o indiferencia. No sienten remordimiento o no se arrepienten de su comportamiento.

Las personas con este trastorno suelen violar la ley y convertirse en delincuentes. Pueden mentir, comportarse violenta o impulsivamente y tener problemas con el consumo de drogas ilícitas y alcohol. Tienen dificultad para cumplir de forma constante con las responsabilidades familiares, laborales o académicas, y son retadoras con la autoridad.

Llora a su amigo

Un hombre de la tercera edad abraza y llora junto al cadáver de Zeus, el perro que lo salvó de ser asaltado el viernes en el centro de la CDMX. Posteriormente, el agresor disparó contra el can y huyó, pero fue aprehendido por la policía y ya está en prisión.
Un hombre de la tercera edad abraza y llora junto al cadáver de Zeus, el perro que lo salvó de ser asaltado el viernes en el centro de la CDMX. Posteriormente, el agresor disparó contra el can y huyó, pero fue aprehendido por la policía y ya está en prisión. ı Foto: Cuartoscuro

Muchas de las personas que están en prisión por haber cometido un asesinato tienen trastornos de personalidad antisocial o son sociópatas.

Las personas que le hacen daño de manera intencional a un animal muchas veces sienten poder, se sienten en control y que son más fuertes que sus víctimas. Por eso es tan importante detectar quiénes están lastimando a los animales para poder tratarlos y evitar que escale esa violencia. Es un problema real que tenemos como sociedad, sobre todo en México, donde ha aumentado la violencia en todo el país y muchos de los delincuentes empezaron torturando y matando animales.

Veinticuatro horas después de lo ocurrido con el asesinato de Zeus en la Ciudad de México, otro hombre le disparó con un arma de fuego a un perro en Irapuato, Guanajuato. Hasta el momento se desconocen las causas del ataque.

No sólo ocurre con adultos, sino que se trata de un problema grave que comienza en la niñez, y un caso que ha causado indignación es el que ocurre con un adolescente de 12 años en Atlixco, Puebla, quien en más de una ocasión ha cometido violación contra dos cachorritas.

La dueña de los animales ha presentado denuncias ante la Fiscalía estatal, pero la respuesta de algunas autoridades es que el menor de edad atraviesa por los cambios hormonales que podrían estar relacionados con estas conductas.

Expertos en psicología aseguran que el maltrato animal casi siempre nace en los primeros años de vida. Tres de cada 10 actos de violencia contra los animales es realizado por menores, son niños que están aprendiendo a matar.

Esto es muy importante: sujetos con antecedentes de maltrato animal son cinco veces más propensos a cometer violencia intrafamiliar. Las personas capaces de cometer actos de crueldad hacia los animales son capaces también de dirigir la violencia contra los seres humanos, en particular, hacia los más vulnerables, incapaces de defenderse.

Por eso el mensaje del secretario Omar García Harfuch cuando dice que no se va a permitir la violencia contra los animales, tiene fondo, es muy importante.

Casi todos vimos las imágenes terroríficas de un hombre en San Pablo Tecalco, que aventó a un perro, Scobby, a un cazo con aceite hirviendo para amenazar a su dueño.

La agresión en contra del perrito quedó registrada en video, por lo que el sujeto fue identificado por las autoridades. El 30 de mayo fue capturado en Coyoacán durante un operativo.

Hay una relación directa entre la salud mental y la violencia. Urge como Estado aprender a detectar estos casos y brindarles ayuda. Si se detectan distintos trastornos de personalidad, se puede ayudar a quien los padece y evitar que esa persona llegue a cometer un crimen o, incluso, se llegue a lastimar a sí misma.

Es verdad, la detección de estos problemas no es fácil, pero si se tuvieran políticas de salud mental serias, se podrían evitar muchos actos de violencia, desde crímenes contra mascotas, violaciones, violencia intrafamiliar, hasta asesinatos múltiples.

Prevenir delitos a futuro detectando problemas de salud mental y atendiéndolos a tiempo es una gran esperanza para el futuro. Pero difícilmente las autoridades actuales buscarán gastar en algo que se vea reflejado hasta dentro de varios años.

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Guillermo Hurtado