El miedo a la incertidumbre

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Desde que se dio a conocer el triunfo de Morena en las pasadas elecciones del 2 de junio, con esa ventaja tan contundente, en donde en la Cámara de Diputados se tiene mayoría calificada, en donde no necesitan de nadie en la oposición para hacer las reformas que quieran y en la Cámara de Senadores sólo les faltan cuatro, los mercados financieros han estado a la expectativa. 

Posterior a la elección, el peso perdió 4% frente al dólar estadounidense, algo no visto desde la pandemia por Covid-19, mientras que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se desplomó 6%, un resultado que no se veía desde marzo de 2020.

“Un error de septiembre”, es como City Banamex calificó en su reporte económico la incertidumbre que hay de que se aprueben las reformas al Poder Judicial y que desaparezcan los órganos autónomos, lo que significaría que se eliminarían casi todos los contrapesos, por lo menos durante los próximos tres años.

La falta de contrapesos a un Gobierno con el poder que éste tiene, puede generar desconfianza.

Por un lado, el Presidente López Obrador ha dicho que las reformas van y tiene un mes, de septiembre a octubre, antes de que tome posesión Claudia Sheinbaum para hacerlas.

Pero ella ha llamado a la cautela, su mensaje y su forma de trabajar en esos últimos días es para mandar un mensaje de certidumbre ante el nerviosismo por el Plan C.

Lo primero que hizo fue nombrar a Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda en su gobierno, pues él conoce los delgados hilos de la economía de México.

Ya sucedió en el cambio de gobierno entre Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, con el llamado “error de diciembre” en 1994. Esa crisis fue iniciada en México por la falta de reservas internacionales, por la falta de políticas de continuidad y de cuidado con la economía en esa transición; la devaluación frente al peso fue muy alta y las tasas de interés se fueron a números incalculables.

Fue tal la crisis que el gobierno de Estados Unidos, con el presidente Bill Clinton, le solicitó al Congreso de su país, la autorización de una línea de crédito, para apoyar a México en el pago a sus acreedores, pero, aun así, millones de familias mexicanas perdieron su patrimonio.  

Claudia Sheinbaum tiene que cuidar el inicio de su gobierno, y ella entiende bien la gravedad de no hacerlo.

Cuidan la transición

El 4 de junio, Claudia Sheinbaum sostuvo una reunión con Rogelio Ramírez de la O, en la que se ratificó la línea económica del país rumbo a su administración federal.
El 4 de junio, Claudia Sheinbaum sostuvo una reunión con Rogelio Ramírez de la O, en la que se ratificó la línea económica del país rumbo a su administración federal.Foto: Cuartoscuro

En estos días ha sostenido reuniones principalmente para tratar el tema económico, buscando evitar que los mercados financieros reaccionen de forma negativa y ha dicho que en los próximos días va a nombrar su gabinete para empezar a trabajar en la transición.

Como parte de su estrategia, la virtual Presidenta mostró en sus redes sociales fotos y videos en los que se observa con distintos actores realizando reuniones, ya sea presenciales o vía celular.

El 5 de junio escribió un mensaje en el que agradecía la felicitación de Sergio Díaz Granados, presidente ejecutivo de CAF Banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, quien reconocía su triunfo en las urnas.

Parte de lo que escribió en redes sociales decía: “Siempre trabajaremos estrechamente en beneficio de México y de una América Latina y el Caribe más justa e inclusiva”.

Para el 6 de junio, recibió la llamada del presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, quien le manifestó que un equipo pueda sostener un encuentro con el equipo de transición de la candidata electa.

Le platicó que ella ha trabajado en temas de desarrollo sustentable, medio ambiente, cambio climático, y trabajo conjunto para desarrollar algunos proyectos en la materia.

Y ese mismo día sostuvo una conversación vía telefónica con la directora general del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, a quien le confirma sobre la continuidad de Ramírez de la O al frente de la SHCP.

Otra conversación de alta relevancia fue la que tuvo con Mathias Cormann, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). A través de redes sociales, indicó que México es miembro de esta organización y reiteró que seguirá perteneciendo a ella.

Así ha mostrado su disponibilidad a mantener una buena relación con la OCDE, luego de que en el sexenio que está por concluir hubo ciertos roces por los diversos resultados de los análisis de la OCDE sobre el desarrollo y desempeño de México en materia económica.

La misma tarde del 6 de junio, se reunió con los directivos de BlackRock, uno de los fondos de inversión más grandes del mundo dedicado principalmente a proyectos de infraestructura.

Este 10 de junio platicó en la noche con directivos de Walmart para conocer su programa de inversiones en el país. En redes sociales, Sheinbaum escribió que en la reunión estuvo presente Kathryn McLay, presidenta y CEO de Walmart Internacional.

El día de ayer, recibió a una comitiva estadounidense encabezada por Elizabeth Sherwood-Randall, la asesora en Seguridad Nacional del presidente Joe Biden. Se trataron los temas de comercio, seguridad y migración.

Durante el encuentro que duró alrededor de una hora, destacó su interés en mantener una relación de igualdad y colaboración entre ambas naciones a partir del Entendimiento Bicentenario, una vez que tome posesión el próximo 1 de octubre.

La exjefa de Gobierno detalló que durante la reunión se habló también sobre la necesidad de abordar medidas contra el tráfico de armas en la frontera entre México y Estados Unidos. Claudia Sheinbaum está siendo muy responsable y medida en esta transición, pero aun así hay incertidumbre, sobre todo por las reformas que se puedan aprobar a partir del próximo 1 de septiembre hasta el 1 de octubre, que tome posesión la primera Presidenta de México.