El misterio de los naufragios

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Son ya cuatro días desde que naufragó un yate de ultra lujo llamado El Bayesian frente a las costas de Sicilia, Italia. Hoy está a 50 metros de profundidad. Al momento del naufragio había 22 personas a bordo, solamente han sido rescatadas 15. 

La embarcación estaba anclada a casi un kilómetro de la costa cuando se desató una tormenta que hizo que el barco se hundiera. A través de las cámaras de circuito cerrado se logró captar el momento en que comenzó el mal tiempo y cómo el mástil iluminado de 72 metros se inclina 90° hacia la derecha antes de perderse. El barco desapareció de la superficie del mar en tan sólo un minuto.

El video ha dado información importante para la investigación. Hoy, las autoridades italianas creen que el yate quedó en medio de un tornado marino. Ya se inició una investigación sobre el hundimiento y la División de Investigación de Accidentes Marítimos del Reino Unido, envió a cuatro inspectores a Sicilia para realizar una evaluación preliminar.

Las labores de rescate se centran en la cabina de la embarcación, donde se cree están atrapadas las seis personas reportadas como desaparecidas, los buzos realizan turnos de sumersión para buscar a las víctimas, como el barco está a una profundidad importante, los buzos sólo pueden estar 12 minutos abajo del agua y no han podido entrar a los camarotes debajo de cubierta, porque los accesos quedaron bloqueados por los muebles que se voltearon.

Entre los pasajeros estaban el empresario británico en tecnología, Mike Lynch, y su familia, quienes celebraban su reciente absolución de acusaciones de fraude junto sus abogados.

También están sin localizar el presidente de Morgan Stanley Internacional, Jonathan Bloomer, y su esposa Judy Bloomer, así como Chris Morvillo, abogado estadounidense de Lynch.

Este yate tenía capacidad para 12 pasajeros, no se encontraba a la venta, pero sí podía alquilarse por 200 mil euros a la semana, según datos en su página de Internet.

Además, contaba con el espacio para alojar hasta a 10 miembros de la tripulación que atendían a los pasajeros en los seis camarotes de lujo.

El Bayesian no ha sido el único barco de recreo que se ha hundido estos últimos meses. Es una situación preocupante. En la zona del estrecho de Gibraltar, en su parte Atlántica, dos veleros de menos de 20 metros se hundieron al ser atacados por orcas, algo que ha ocurrido con frecuencia en estos últimos años.

Las autoridades marítimas han alertado a los navegantes de esta situación, donde estos ataques a los timones y la obra viva de veleros y catamaranes se repiten. Las orcas no buscan atacar las embarcaciones, pero mientras juegan con ellas, han causado accidentes serios.

Hasta el día de hoy, en lo que va del 2024, se han contabilizado 79 naufragios de barcos privados, además de las incontables embarcaciones como canoas y balsas, y de los barcos más grandes con inmigrantes que buscan salir de su país y llegar a Europa.  

Continúan labores de rescate en Sicilia

Bomberos italianos llevan el cuerpo de una de las víctimas del naufragio, ayer.
Bomberos italianos llevan el cuerpo de una de las víctimas del naufragio, ayer.Foto: AP

Entre estos casi 80 naufragios de 2024, constan 30 cargueros, 18 buques militares, siete buques-depósito, cinco pesqueros y cinco ferrys. No todos se han perdido para siempre, se han podido recuperar, aunque la mayor parte se ha convertido en pecios en el fondo del mar o en chatarra.

El naufragio de buques se ha dado siempre. Por ejemplo, en el caso del accidente en 2012 del crucero Costa la Concordia continúan las investigaciones.

El portavoz del equipo de rescate ha dicho que los trabajos avanzan de forma lenta debido a que los camarotes son más pequeños y hay menos espacio para maniobrar debajo del mar.

A diferencia de lo que ocurrió ahora y que el capitán del yate ayudó a sacar a los sobrevivientes, en el crucero Costa Concordia su capitán Francesco Schettino huyó del barco, pese a que aún había miles de personas atrapadas.

En ese enero de 2012, el crucero de más de 114 mil 500 toneladas avanzaba despacio hacia la isla de Giglio, en la Toscana. Abordo iban poco más de cuatro mil pasajeros, el capitán chocó con unas rocas, lo que provocó que se hundiera. El casco del crucero se abrió de inmediato, lo que provocó que el agua entrara de forma acelerada, muchos intentaron salvarse dando un salto al agua, pero hubo quienes no pudieron hacerlo.

El naufragio del Costa Concordia acabó con la vida de 32 personas y 64 más resultaron heridas, mientras que, a Schettino, el capitán, lo condenaron a 16 años de prisión de los cuales lleva poco más de siete, ahora tras las rejas estudia para ser abogado y buscar su reducción de condena, porque tanto él como su defensa creen que también fue un náufrago, una víctima de ese accidente que le dio la vuelta al mundo.

Tardó un año el Costa Concordia en ser regresado a tierra para ser desmantelado.

Hasta 2012 era el barco más grande construido en Italia, con 17 pisos y un costo de 450 millones de euros.

 ¿Por qué hay tantas embarcaciones accidentadas y de eso poco se habla? Es un tema que merece una investigación más a fondo.