Bibiana Belsasso

Niños asesinados

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
Por:

La Ciudad de México se ha convertido en una de las entidades más violentas para los menores de edad. Cada semana escuchamos, leemos y vemos en las noticias casos sobre niños involucrados en hechos violentos, no importa cuál sea la causa.

A todos nos dio terror el enterarnos hace unos días del asesinato de Alan Yahir, de 12 años de edad, y Héctor Efraín, de 14, en calles del Centro Histórico.

Los niños presuntamente se dedicaban al comercio con sus papás; ellos asistieron a la iglesia de San Hipólito para festejar a San Judas Tadeo y, más tarde, Héctor le pidió a Alan que lo acompañara a ver a su novia, pero nunca llegaron.

Ella dijo que lo estaba esperando para asistir a unos arrancones en la alcaldía de Iztapalapa.

Las autoridades presumen que Alan y Héctor fueron asesinados dentro de una vecindad de la calle República de Chile, lugar donde operan sicarios de La Unión Tepito.

El Zúñiga, integrante del cártel, fue el encargado de trasladar los restos en un “diablito”, quien fue descubierto cuando dos agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se movilizaron hacia la esquina de Chile y Belisario Domínguez para hacer un corte de circulación.

Cuando los agentes se acercaron al Zúñiga, de 39 años, se le cayeron dos cajas, un uniformado se acercó para ayudarlo y notó que de las cajas salían unas bolsas de plástico negro, una de ellas se desgarró y fue así como hizo el macabro hallazgo.

El Zúñiga opera para los cabecillas El Chori y El David, mientras que uno de los presuntos responsables del crimen, identificado como El Chayán, fue detenido en la colonia Doctores.

12 días después, cuando aún estábamos digiriendo este terrible crimen, otro hallazgo cimbró a los capitalinos. Alessandro, un joven de 14 años de edad, fue secuestrado cerca de las 9 de la noche.

Dos jóvenes se le acercaron, lo amagaron y lo obligaron a subir a una motocicleta, para luego huir por calles de la colonia Guerrero. Se sabe que momentos después, sus plagiaros llamaron a su familia para exigir un rescate.

Tres horas después del secuestro, policías detuvieron a Jorge Rodrigo y Darwin Azael, ambos de 15 años de edad, quienes arrastraban una maleta con el cuerpo de Alessandro.

Dijeron que les pagaron 2 mil pesos en efectivo por tirar el cuerpo en un basurero del mercado. La maleta la habían sacado de un domicilio de la calle Magnolia 108, en la misma colonia Guerrero.

A los casos de Héctor, Yahir y Alessandro, se sumaron los asesinatos de otros jóvenes.

El jueves 12 de noviembre, el cuerpo de Daniel Ángel, de 16 años, fue localizado sobre la avenida Pavón, de la colonia Lomas de San Juan Ixhuatepec, Estado de México; su cadáver tenía cinco heridas de bala y golpes.

El joven había sido reportado como desaparecido a través de redes sociales.

En otro hecho, el cuerpo de un joven de 17 años fue localizado en una vecindad de la colonia Morelos, sitio donde opera La Unión Tepito.

Vecinos indicaron que el menor fue ingresado por la fuerza a la vecindad, por lo que pidieron la intervención de la policía, quienes al llegar al lugar encontraron el cuerpo de la víctima con huellas de tortura.

Las investigaciones señalan un posible ajuste de cuentas por el control de la venta de drogas.

Al asegurar la casa, se encontraron rastros de sangre en tres habitaciones, todas aseguradas con rejas, por lo que se presume que el lugar era utilizado para mantener cautivas a las víctimas.

Días después, en la colonia Moctezuma Segunda Sección, alcaldía Venustiano Carranza, dos niños fueron asesinados por su primo de 14 años.

Casos macabros

Policías capitalinos realizan un cateo en una vecindad en el Centro Histórico, el pasado 5 de noviembre, tras el homicidio de dos menores mazahuas en esta vivienda. En el operativo, un hombre fue detenido por su probable responsabilidad.
Policías capitalinos realizan un cateo en una vecindad en el Centro Histórico, el pasado 5 de noviembre, tras el homicidio de dos menores mazahuas en esta vivienda. En el operativo, un hombre fue detenido por su probable responsabilidad.Foto: Cuartoscuro

Los menores de siete y 13 años de edad murieron por heridas de arma punzocortante mientras que otras dos personas, una menor de 10 años y una mujer de 27, resultaron lesionadas.

Al momento de ser detenido, el adolescente de 14 años también tenía heridas de arma blanca y estaba escondido en el baño, aparentemente se quería suicidar.

Ante esta ola de violencia en la que se han visto involucrados menores de edad, el Gobierno de Ciudad de México anunció un programa social y educativo llamado “Barrio Adentro”, para prevenir que los más de 6 mil niños y adolescentes que viven en el Centro Histórico capitalino caigan en las redes del crimen.

Para Javier Oliva, investigador en asuntos de seguridad y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los hechos ocurridos en la capital “sin duda alguna son hechos atribuibles al crimen organizado. Son cosas de una crueldad francamente patológica”, declaró a la agencia Efe.

En la capital del país se han detectado operaciones de más de una decena de organizaciones criminales, en las que destacan los enfrentamientos entre La Unión Tepito y la Anti-Unión, como origen de buena parte de los homicidios.

En este contexto, los mayores daños colaterales los sufren los menores de edad, quienes son cooptados por las redes de los grupos criminales.

En entrevista para la agencia Efe, Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), señaló que cada día son asesinados siete menores de edad y otros siete desaparecen en México.

De acuerdo con un análisis elaborado por la organización, en 20 colonias de las alcaldías Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Iztapalapa y Venustiano Carranza, así como de los municipios conurbados de Chalco, Netzahualcóyotl y Ecatepec, Estado de México, ocurren homicidios, desapariciones y violaciones de niños, niñas y adolescentes; además, es donde se presentan más casos de adolescentes en conflicto con la ley.

En 2011, el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas recomendó al Estado mexicano, entre otras medidas, elaborar un censo de menores reclutados por el crimen y tipificar el reclutamiento de menores en el Código Penal.

Pero no son los únicos peligros a los que se enfrentan los menores en el país. Y es que durante esta época de pandemia y confinamiento, niñas, niños y adolescentes son contactados en Internet por personas que, con engaños, intimidación y extorsión, les piden fotos o videos sexuales.

Informes locales y de organismos internacionales advierten del aumento del consumo de pornografía infantil en línea.

Un reporte de la agencia europea en materia policial, la Europol, señala que se han registrado niveles récord de contenido sexual infantil compartido en línea, el cual creció 106%.

Pero en la mayoría de los casos estos asesinatos que vemos son venganzas entre grupos criminales. Urge atender este problema que crece de forma exponencial en la Ciudad de México, pero también en otras entidades del país.