El odio como forma de gobernar

BAJO SOSPECHA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Las divisiones políticas llevadas al extremo en Estados Unidos provocaron que un hombre de 42 años, abogado de profesión y vinculado a posiciones de extrema derecha y obsesionado con la vigilancia gubernamental, entrara a la residencia de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de ese país, y golpeara con un martillo en la cabeza a su marido, quien hoy está gravemente herido.

Polarización alienta a la violencia

Agentes del FBI acudieron a la casa de Nancy Pelosi para indagar la agresión que sufrió su esposo, Paul Pelosi, en San Francisco, EU, el viernes.
Agentes del FBI acudieron a la casa de Nancy Pelosi para indagar la agresión que sufrió su esposo, Paul Pelosi, en San Francisco, EU, el viernes.Foto: AP

El abogado y agresor irrumpió a la residencia gritando: “Dónde está Nancy”, la congresista demócrata no estaba en su casa, pero sí su esposo, Paul Pelosi, de 89 años, empresario inmobiliario, quien sufrió un ataque brutal con golpes en el cráneo.

Eran las 2:30 de la madrugada cuando, el agresor, identificado como David DePape, allanó la residencia de los Pelosi en San Francisco, California. Forzó la cerradura y entró al domicilio buscando a Nancy Pelosi; sin embargo, ella se encontraba en Washington, DC.

La policía llegó al domicilio y encontró a los dos en un forcejeo, DePape le quitó un martillo que Paul tenía en la mano y comenzó con los golpes, los agentes reaccionaron y sometieron al atacante mientras los servicios de emergencia se llevaron a Paul.

DePape permanece en la prisión de San Francisco en espera de su proceso, mientras que Paul fue sometido a una intervención debido a que sufrió una fractura en el cráneo y varias heridas en los brazos, se espera que tenga una recuperación rápida.

La fiscal de distrito de San Francisco, Brooke Jenkins, dijo que esperaba presentar múltiples cargos contra el sujeto por delitos graves, incluido intento de asesinato, asalto con un arma mortal, robo y otros.

La presidenta de la Cámara de Representantes ha dicho que ella y su familia están “con el corazón roto y traumatizadas”, por el violento ataque a su marido.

Es el segundo ataque contra Pelosi en su domicilio, pues ya fue objeto de amenazas en enero del 2021, cuando su casa fue vandalizada con pintadas y una cabeza de cerdo ante la fachada.

Las investigaciones, hasta este momento, han revelado que DePape es partidario de Donald Trump y del grupo radical Qanon. En sus publicaciones en redes sociales, mostraba teorías de la conspiración que aseguraban que el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 estuvo orquestado por grupos estadounidenses.

Además, daba a conocer que estaba de acuerdo con el discurso de Trump sobre que las elecciones de noviembre de 2020 fueron robadas por Joe Biden y que Estados Unidos está gobernado por un grupo de pedófilos, que comen niños.

En otras publicaciones, DePape estaba de acuerdo con artículos que criticaban las vacunas contra el Covid, que consideraba letales, y apoyaba también la teoría llamada Gran Reinicio, según la cual las élites globales utilizarían el virus para reformar el mundo y ganar poder.

El ataque del viernes en el domicilio de los Pelosi puso en los reflectores lo que ocurre desde el 2021 tras el asalto al Capitolio, cuando los simpatizantes radicales de Trump ingresaron al recinto legislativo luego de un mitin del expresidente estadounidense enojado por perder las elecciones de noviembre del 2020.

Fue el 6 de enero del 2021, cuando cientos de extremistas ocuparon el Capitolio a la fuerza tras golpear y superar a los policías que custodiaban el inmueble, al que vandalizaron, realizaron pintas, se robaron objetos y rompieron varios vidrios.

Muchos de ellos se dirigieron a las oficinas de los congresistas, buscaban a Nancy Pelosi, incluso uno de los gritos de los seguidores de Trump fue: “¿Dónde está Nancy?”. Mismo grito que hizo el agresor del esposo de Pelosi en su residencia hace unos días.

En esa ocasión, obligaron a los legisladores a evacuar y retrasar la certificación de la victoria del ahora presidente demócrata Joe Biden. Ningún funcionario electo resultó herido en disturbios que siguen siendo objeto de investigaciones.

Pero más de 100 agentes de la policía resultaron heridos en el ataque, uno murió un día después y otros cuatro, más tarde. Cuatro de las personas que irrumpieron en el Capitolio también fallecieron el día del ataque.

Desde ese momento, la seguridad de los políticos quedó debilitada ante una sociedad dividida por los discursos de odio de los líderes de extrema derecha como los emitidos por Donald Trump, pero existen otros rostros de ultraderecha que incitan a esa polarización.

Según los datos proporcionados por la Policía del Capitolio de Estados Unidos, una agencia de aplicación de la ley encargada de proteger a los miembros del Congreso, los casos relacionados con “declaraciones y amenazas” saltaron de tres mil 939 en 2017, a nueve mil 625 en 2021.

Mientras que, en agosto del 2021, un hombre de Pensilvania se declaró culpable de amenazar con disparar y matar a un miembro anónimo del Congreso, dijeron los fiscales federales.

El asalto a la casa de Nancy Pelosi se da a pocos días del próximo 8 de noviembre cuando se lleven a cabo las elecciones intermedias de Estados Unidos, que son cruciales para el rumbo que tomará ese país.

Se definirá si el control del Congreso queda en manos de los republicanos o demócratas. Actualmente la mayoría está en manos de estos últimos, pero con un margen muy menor.

También se elegirán a los gobernadores para 36 estados. El próximo martes 8 se definirá el futuro del país vecino.

Todo esto en medio de un clima de polarización brutal en Estados Unidos, que está alentado por la política de odio e intolerancia que priva en algunos sectores.

Hoy Estados Unidos está profundamente polarizado, como lo está México, Brasil y muchos países latinoamericanos. Las divisiones se profundizan cada día más y los ataques no cesarán.

Desde el asalto al Capitolio, realizado por simpatizantes de Donald Trump, algo nunca antes visto en Estados Unidos, se han desencadenado una serie de hechos violentos que ahora vemos como el asalto a la casa de Nancy Pelosi y la agresión a su marido.

Y cuidado con lo que está sucediendo en México, porque cada día se profundiza más la polarización, las divisiones y la política de odio. Una muy mala noticia para los que nos ha tocado vivir en esta época, porque no vamos a acabar nada bien.