El riesgo de robo a casa-habitación se ha incrementado; por ello, tenemos que tratar de hacer nuestra vivienda lo más segura posible.
Son varios puntos que se deben seguir y además auxiliarnos de la tecnología. Aparatos de protección hay de muchos presupuestos, pueden ser de lo más sencillo hasta ultra sofisticados.
Es muy importante:
Fortalecer las puertas, tener una buena chapa con llave de seguridad, si están adentro se le puede poner una barra hecha de herrería, que es prácticamente imposible de tirar, empotrada a la pared. Ésta se pone y quita cuando se abre la puerta.
De igual manera hay que fortalecer ventanas. Si están a nivel piso, siempre poner protecciones que pueden ser de herrería. Aumentar tu barda perimetral, puede ser ponerle doble chapa a la puerta o meter una zona de candado, es decir, parecerán cositas pequeñas, pero en realidad en la medida que tú sepas que tu casa es un búnker, en una situación complicada como la que hoy vivimos, funciona.
Los circuitos cerrados de televisión son una buena opción. Se pueden encontrar cámaras en el mercado que pueden ir desde los mil pesos. Hay otros equipos que sí pueden llegar a ser muy costosos, pero eso depende de la necesidad de cada quien. Es muy importante que los grabadores de las cámaras estén siempre respaldados por una batería de emergencia, para que en caso de que se necesiten revisar, siempre quede un respaldo, aunque se vaya la luz.
Las alarmas auditivas son disuasivas y hay de todos los precios. Están desde las muy sencillas, hasta las que son monitoreadas. Existen sensores de detección de movimiento o de detección de sonido para revelar, por ejemplo, si alguien rompió algún vidrio.
Hay en el mercado, unas lamparitas que tienen sensor de movimiento, y cuando detectan la presencia de alguien se encienden. Es una buena opción colocarlas en la puerta.
Todas estas medidas se deben tomar de igual manera cuando la casa se queda sola, o cuando usted está adentro.
En casi todos los robos a casa-habitación, los asaltantes han investigado previamente el movimiento de la vivienda y casi siempre están coludidos con alguien cercano a la misma. Puede ser una muchacha, chofer, jardinero, mesero, algún portero, o trabajadores que hayan entrado a la casa para instalar servicios.
Las personas que trabajan con nosotros no siempre dan información de mala fe, pero una empleada doméstica, por ejemplo, puede contar a personas en su entorno a qué hora salen a dejar a los niños, si la familia estará fuera el fin de semana y así se va dando mucha información que es de gran utilidad para los delincuentes.
Pero muchos son los casos donde voluntariamente personal de la casa da información.
Estar preparados
El tema de recursos humanos en los hogares, como sucede en cualquier empresa, es fundamental. Saber quiénes son, de dónde vienen, conocer su situación económica, incluso averiguar si no están en el buró de crédito, porque ocurre que pudieran haber contratado una deuda grande y eso es un foco de atención.
Los delincuentes buscan información en los botes de basura, por eso es muy importante, por ejemplo, no tirar estados de cuenta o cartas y checar que el correo realmente sí llegue a tu casa.
Nadie está exento de que se puedan meter a su casa, y el riesgo si se está adentro es muy alto.
Si esta tragedia le llega a suceder y tiene tiempo de hacer una llamada de auxilio, hágala; de lo contario, ya estando adentro los delincuentes no hay que poner resistencia.
¿A quién debe llamar? A alguien cercano y que esa persona, a su vez, se comunique al 911. Puede ser tu hermano, tu papá, tu novio, tu vecino, tu mejor amigo, tu mejor amiga.
La llamada debe ser en un lenguaje codificado, para que en caso de que lo escuchen los asaltantes no se vuelvan más agresivos.
La seguridad de tu casa tiene que ver con la infraestructura, pero adicionalmente, como pasa con las empresas, la seguridad también pasa por el recurso humano que entra a tu infraestructura.
Muchos de los robos a casa-habitación se hacen por expertos de bandas de criminales procedentes de Colombia, que siguen operando en México. No son improvisados, son expertos en la materia e, incluso, dentro de su grupo tienen subespecialidades en las cuales fueron entrenados en su país.
Algunos han estudiado comportamiento humano y son expertos en la seducción y el engaño, para tener acceso a información sobre el bien inmueble y de la familia que será víctima. Buscan acercamientos con policías o quienes resguardan los fraccionamientos para trabajar con ellos.
Están los boqueteros, aquellos que abren las chapas, rompen paredes o mallas ciclónicas y cajas fuertes. Otros tienen especialidad en escalar o descender colinas o barrancas. Otros más saben de comunicación.
Otros son joyeros y saben desmontar joyas finas y fundir metales preciosos para venderlos en el mercado negro o incluso enviarlos a su país.
Puede darse que también intenten vender las joyas y relojes en México, pero es menos frecuente; saben que las posibilidades de ser capturados son mayores.
Ahora hay decenas de estas bandas, y cada vez más son integradas por un mayor número de personas. Son en su mayoría hombres y cada una puede estar compuesta de unos 8 o 10 integrantes.
Pero recuerde: por más expertos que sean estos delincuentes, necesitan información y eso es lo que tenemos que evitar darles.