El regreso de Eduardo Arellano Félix

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso&nbsp;<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

El pasado lunes, pasadas las 5 de la tarde, el gobierno estadounidense entregó a las autoridades mexicanas a Eduardo Arellano Félix, El Doctor.

No fue entregado en la frontera con Tijuana, donde fue su bastión y centro de operaciones del Cártel de los Arellano Félix. El Doctor llegó a México  a través del Puente Internacional Brownsville, Texas, que conecta con Matamoros, Tamaulipas.

Se especuló mucho que si al llegar a México sería liberado; no fue así. Al pisar territorio nacional, elementos de la Secretaría de la Defensa y de la Fiscalía General de la República lo esposaron y lo pusieron bajo su resguardo, tenían una orden aprehensión en contra de quien también es considerado el heredero del cártel familiar de Tijuana.

Paradójicamente, Eduardo Arellano colaboró con las autoridades en Estados Unidos,  tuvo una condena menor por buen comportamiento y estuvo en una cárcel de media seguridad.

Al saberse que Arellano Félix sería liberado, mucho se especuló que se hubiera podido quedar en EU con un cambio de identidad; no fue así, está en México en la cárcel de máxima seguridad del Altiplano. Es acusado de los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y asociación delictuosa.

En los años 80 el grupo de los Arellano Félix fue muy poderoso. Poco a poco sus hermanos y socios fueron detenidos o asesinados. Algunos están libres, como su hermana Enedina, que, según autoridades de EU, es operadora financiera de lo que queda del cártel.

Se dice también que un sobrino, Fernando Sánchez Arellano, El Alineador, tiene un papel menos protagónico, pero que trabaja en ese grupo.

Hace unos días, el canciller Marcelo Ebrard explicó que El Doctor era un testigo protegido del gobierno estadounidense, por lo tanto, ese gobierno no estaba obligado a decir qué pasaría con él.

Luego, Rachel Young, vocera del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), confirmó que Eduardo Arellano sería deportado, pero desconocía cuál sería su destino.

De ahí viene la confusión en donde se llegó a pensar que El Doctor quedaría en libertad.

Luego, surgieron las denuncias en México y fue detenido al llegar a la frontera.

Eduardo Arellano fue detenido en 2008 en Tijuana, Baja California, para ser extraditado a EU en 2012, donde cooperó con las autoridades y aceptó un trato: declararse culpable de 2 de los 7 cargos, a cambio, se presume, de convertirse en testigo colaborador.

Lo entregan a México

El pasado 23 de agosto, El Doctor fue entregado por autoridades de EU a la Sedena y la FGR en el Puente Internacional de Brownsville.
El pasado 23 de agosto, El Doctor fue entregado por autoridades de EU a la Sedena y la FGR en el Puente Internacional de Brownsville.

En 2013, un juez federal lo condenó a 15 años de cárcel, pero debido al trato con las autoridades, logró reducir su condena.

Parte de es trato consistía en revelar la red que involucraba a políticos y narcotraficantes para el tráfico de drogas, principalmente de cocaína hacia EU, pues El Doctor era identificado como uno de los operadores financieros que tenía a su cargo sobornar a funcionarios públicos en México.

Además, estaba al tanto de los líderes colombianos con quienes hacía la conexión para el tráfico de droga desde Sudamérica.

Aunque Eduardo era el menos sanguinario de los hermanos Arellano Félix, tuvo que liderar al grupo luego de que en 2006 su hermano, Francisco Javier, El Tigrillo, fue capturado.

El clan de los Arellano Félix está lejos de sus momentos de más poder criminal. Atrás quedaron los años 80 y 90.

Esta semana platicábamos de cómo se está acabando la vida del poderosísimo, en ese entonces Miguel Ángel Félix Gallardo, El jefe de jefes.

Pues los Arellano Félix, en el principio de su carrera, trabajaron para Félix Gallardo, pero mantenían una rivalidad abierta con el grupo conformado por Joaquín El Chapo Guzmán y Héctor El Güero Palma, que operaban para el mismo cártel.

Los hermanos Benjamín, Javier y Ramón Arellano Félix fueron quienes comenzaron la ola de asesinatos contra hombres  cercanos a El Chapo.

Recordemos que a principios de los 90 protagonizaron varias balaceras, entre ellas la ocurrida en la discoteca Christine, en Puerto Vallarta, donde los rivales creían que estaban dos de los hermanos Arellano.

Después, el 24 de mayo de 1993, cuando pistoleros del Cártel de Tijuana irrumpieron en el aeropuerto internacional de Guadalajara y abrieron fuego contra la multitud, asesinando al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, a quien confundieron con El Chapo Guzmán, empezó a ser la caída del imperio de los Arellano Félix.

Los Arellano Félix eran comandados por Ramón Arellano, conocido como el más violento del clan. Los hombres cercanos a este líder narraban que “si le sonreías y estaba de malas, te mataba; si no lo saludabas, también te mataba”.

Ramón cayó en 2002 ante las balas de un policía judicial de Sinaloa, en pleno carnaval de Mazatlán. En semanas, Benjamín fue detenido en una zona residencial de Puebla. Levantó las manos y evitó que ese día hubiera disparos.

Muerto Ramón y preso Benjamín, el poder del Cártel de los Arellano Félix se dividió. La parte de la operación criminal con Francisco Javier, El Tigrillo, la situación financiera y el lavado de dinero, con Enedina.

El Tigrillo tomó el control de las del tráfico de drogas y ordenó crímenes en Tijuana y San Diego, hasta que en agosto de 2006 la DEA lo detuvo mientras paseaba en su yate.

En 2007 se declaró culpable de lavado de dinero y crimen organizado, este último delito ameritaba cadena perpetua; sin embargo, un año después accedió a cooperar con las autoridades de EU. Proporcionó información sobre la operación interna del cártel y los métodos de otros grupos.

A cambio de esos detalles, el capo libró la cadena perpetua en 2014. Pero a la fecha se desconoce dónde se encuentra encarcelado.

El hermano mayor de los Arellano Félix tuvo uno de los finales más violentos y más recordados en la historia del narcotráfico, pues en agosto de 2013 fue asesinado en plena fiesta, frente decenas de invitados.

Era Francisco Rafael, a quien arrestaron en 1993. Poco después de cumplir una sentencia de 10 años en México, fue extraditado a EU en 2006, pero no tardó mucho en quedar libre por buena conducta.

Regresó a Baja California para continuar con sus actividades. Para su cumpleaños 63 rentó el salón Ocean House, del extinto Hotel Marbella, ubicado en Los Cabos. Una fiesta a la que asistieron celebridades del mundo deportivo y políticos estatales.

Esa noche, un sicario disfrazado de payaso interrumpió el festejo y le disparó a quemarropa en varias ocasiones y luego huyó.

La caída de cada uno de los Arellano Félix mermó la operación del grupo a principios del año 2000, pero hoy regresan a los reflectores con la deportación de El Doctor.

Y es que la vida de estos importantes  narcotraficantes no tiene un final feliz. Hoy todos estos poderosísimos capos de la droga están o presos o muertos, y sus familias destruidas y perseguidas. Y estamos hablando de los grandes capos de la droga.

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