Cántico y polvo: Ajmátova y Tsvetáieva

LAS CLAVES

CARLOS OLIVARES BARÓ
CARLOS OLIVARES BARÓ
Por:
  • Carlos Olivares Baró

Ana Ajmátova (1889-1966) y Marina Tsvetáieva (1892-1941): las dos grandes poetas rusas del siglo XX. Dos mujeres animosas, víctimas del totalitarismo. Leo en estos días las baladas, estrofas, versículos, adagios y sentencias de estas dos cantoras: tropiezo con rastros del amor, desamor, humillación, resistencia, anhelo, ternura, desencanto. La crueldad del poder. La devoción como estremecimiento de la vida. / “He aprendido a vivir de modo simple y sabio, / mirar al cielo y rezar a Dios”: Ajmátova. “Al fondo, en el fango, / entre algas. Ella se fue a dormir. / Aunque ni allí habrá sueño”: Tsvetáieva.

El Canto y la Ceniza (Galaxia Gutenberg, 2018), de Marina Ajmátova & Marina Tsvetáieva: antología poética en selección y mudanza al español de Monika Zgustova y Olvido García Valdés. / Incluye Réquiem y Poema sin héroe, de Ajmátova; y ¡Por el año nuevo! y Poema del fin, de Tsvetáieva. “El volumen busca más que el estricto orden cronológico un ritmo de lectura convincente que retenga en todo momento la intensidad del canto y la amarga, leve, gravedad de la ceniza”, apuntan las traductoras.

Episodios trágicos en las biografías de estas poetas extraordinarias. Marina Tsvetáieva publica su primer poemario cuando tiene 18 años de edad. Abandona Rusia con su hija en 1922 para reunirse con su esposo, Serguéi Efron. Berlín, Praga (origen de Poema del fin), París: marginación y precariedad económica. Reprobación en su país natal. En 1938 decide regresar a la URSS, al año siguiente fusilan a Efron; la hija, enviada a un Gulag. El régimen le prohíbe publicar. En 1941 la deportan a una inaccesible comunidad tártara, donde, consternada, se suicida.

Anna Ajmátova: representante del inxilio (exilio interior). En 1921 fusilan a su marido Nikolái Gumiliov: inicio de la marginación oficial, ostracismo y limitaciones para publicar. Castigo que no impide que buena parte de su obra se conserve en la memoria de amigos cercanos. Destierro de su hijo a campos siberianos. Escritura de Réquiem, texto-testimonio de la zozobra de los años 40 en la Unión Soviética de Stalin: obra maestra de reconocimiento internacional, la cual se publica póstumamente en 1989 en Rusia.

Me empapo de estas coplas mientras escucho a dos compositores rusos que fueron acosados por el estalinismo: Prokófiev y Shostakovitch. Las consonancias de sus piezas filarmónicas tienen reverberaciones en los cánticos que me arropan en estas jornadas de encierro interminable. La altivez y firmeza de Ajmátova; los sufrimientos de Tsvetáieva y su muerte prematura envuelta en un decoro admirable. Leo y subrayo. Leo y sucumbo. Leo: una sombra acaricia este tiempo anidado en la perplejidad. Converso con un amigo: “Pero tus lecturas son muy azarosas, Carlos. Busca libros más alegres”, me dice. Cuelgo el teléfono. Por supuesto, no le hago caso. Sigo con ellas, con sus armónicos que han entrado en mi vida como viscosos matojos de brozas sombrías: brisas, arrebatos de mi llanto. /// “En aquel tiempo sonreían / sólo los muertos// De madrugada vinieron a buscarte. / Yo fui detrás de ti como en un duelo. / Lloraban los niños en la habitación oscura / y el cirio bendito se extinguió”: fragmento de Réquiem. * “Perdóname. No quería. / Es grito de entraña devastada. / Así esperan los condenados / su ejecución al alba, // jugando al ajedrez. Risa / burlona el ojo del vigilante. / Somos los peones de un tablero / y alguien va jugando con nosotros en él”: fragmento de Poemas del fin.

El canto y la ceniza
El canto y la ceniza
El Canto y la Ceniza
  • Autor: Anna Ajmátova & Marina Tsvetáieva
  • Género. Poesía
  • Editorial: Galaxia Gutenberg, 2018