Carlos Olivares Baró

La rosa escrita

LAS CLAVES

Carlos Olivares Baró
Carlos Olivares Baró
Por:

Me despierto el viernes, primero de enero de 2021, a las 6 de la mañana: me asomo por la ventana que da a la avenida: el silencio me abraza. Amanecer que agradezco a Dios. Estoy entre los vivos. ¿Seré un sobreviviente?: no lo sé: hasta el final lo sabré, si soy testigo del desenlace. La perplejidad no termina. Anoche dejé una copa de vino tinto en el escritorio: permanece intacta junto al búcaro con la rosa que me regaló una amiga que pasó apurada a felicitarme la tarde del jueves 31 de diciembre: nos miramos a distancia, me dio el botón rojo y se fue. Nada nos dijimos: la flor habló por nosotros.

¿Por qué mi amiga me trajo una rosa? En este año sombrío que acaba de concluir, la poesía se impone como el arrojo abrasador de un cirio que va tomando el perfil de una rosa: pasión y vida articuladas en el tejido de un frágil ramillete de palabras. En las iniciales de este año de sobrevenir incierto, el tiempo cifrado por la rosa se manifiesta en su esencia: la glorificación de la elegancia.

Busqué a Roberto Juarroz: “La rosa es quizás el símbolo más insustituible de la poesía. Y tal vez lo sea porque la rosa es la más conmovedora victoria de un instante de perfección sobre la necesidad. También las palabras y los silencios del poema se imbrican como pétalos en torno de ese misterio que llamamos florecer. Y la rosa es una experiencia de ritmos escondidos que buscan también brotar hacia la música”. Sigue la flor en mi mesa con su escarlata hambriento sobre las sílabas del primer día del 2021.

La rosa escrita (Editorial Aldus, 1996): breve antología de la rosa en lengua castellana. Selección y prólogo de Francisco Hernández. “Hace 55 millones de años ya crecían rosas sobre la superficie de la tierra. Se habían hecho presentes sus espinas y las diversas intensidades de sus perfumes, aunque las rosas silvestres de aquel entonces sólo tenían 5 pétalos y no el centenar que pueden llegar a lucir en la actualidad”, suscribe al autor de Moneda de tres caras.

Francisco Hernández distribuye el compendio en tres secciones: “Medición de la Rosa”, “Liberación de la Rosa”, “Fragmentación de la rosa”. Pongo a consideración de los lectores algunas de las imágenes escogidas por el poeta veracruzano:

“Una rosita sincera / no tiene por qué llorar. / Siempre tendrá quien la quiera / y quien la saque a bailar” (Anónimo, siglo XIX) * “Una rosa en las manos de la Noche / nos llevará a la faz de la colina. / Una rosa en la faz de la colina / nos llevará a las plantas de la Virgen” (Carlos Pellicer) * “Cultivo una rosa blanca, / En Julio como en Enero / Para el amigo sincero / Que me da su mano franca” (José Martí) * “... Reposa, / Central sin querer, la rosa, / A un sol de cenit sujeta” (Jorge Guillén) * “La rosa / no buscaba la aurora: /casi eterna en su ramo, buscaba otra cosa” (García Lorca) * “Es la rosa que abre los párpados, / la rosa vigilante, desvelada, / la rosa del insomnio desojada” (Xavier Villaurrutia) * “La rosa es una herida, una sutura / en la membrana de algún vecino mundo superior” (Eduardo Lizalde) * “Ya todo es flor: las rosas / aroman el camino” (Francisco Brines).

La rosa escrita. Antología poética de la rosa
La rosa escrita. Antología poética de la rosa
La rosa escrita. Antología poética de la rosa
  • Autor: Varios
  • Compilador: Francisco Hernández
  • Género: Poesía
  • Editorial: Aldus