Carlos Olivares Baró

Volver a Chéjov

LAS CLAVES

Carlos Olivares Baró*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Carlos Olivares Baró
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Antón Chéjov (Taganrog, Imperio ruso, 1860-Badenweiler, Baden, Imperio alemán, 1904): narrador, dramaturgo y médico ruso. Los críticos ubican su trabajo literario en los parámetros del realismo y el naturalismo. Maestro del relato corto y un revolucionario del teatro, está considerado como una de las más significativas figuras de la literatura universal. Como dramaturgo desdeñó el melodrama y llevó al teatro del siglo XIX a la modernidad con influjos en destacados autores (Tennessee Williams, Eugenio O’Neill...).

Obras teatrales imbuidas en el ‘naturalismo simbólico’: Ivanov (1888), La gaviota (1896), Tío Vania (1897), Las tres hermanas (1901) y El jardín de los cerezos (1904), donde introduce una nueva técnica dramática: “acción indirecta”, sustentada en el subrayado de los gestos representativos y la dinámica ‘correlación de impresiones’ (interactuación) entre los personajes más allá de la trama o de la ‘acción progresiva’. Presentación de sucesos dramáticos de connotaciones interpoladas en el silencio, aquello que los protagonistas no expresan en escena y lo sugieren en trazos íntimos de recónditas emociones.

Puestas en escena que retratan el fastidioso y aburrido acontecer de la vida provinciana y las consunciones de una burguesía en decadencia, frustrada por punzantes relaciones sentimentales. La gaviota —una de sus más aclamadas obras, muy solicitada por grandes directores teatrales— fue desaprobada la noche del estreno en 1896 en el teatro Aleksandrinski de San Petersburgo. Sin embargo, un año después, el extraordinario Constantin Stanislavski la convirtió en éxito rotundo en el montaje interpretado por los actores del Teatro del Arte de Moscú.

La producción narrativa de Chéjov —prolija, extensa e ininterrumpida— destaca por su persistente unidad temática, el singular tono y los motivos evocativos de un microcosmos marcado por un pujante dramatismo existencial. Relatos iniciales cercanos a Gógol por los apuntes paródicos y grotescos, pero con la mirada chejoviana de presentar grietas del alma humana. Popularidad y fama alcanzada con Relatos abigarrados (1886) y En el crepúsculo (1887): historias sin acciones ni intrigas que describen con pinceladas certeras a la pequeña burguesía rusa: desfile de criaturas frustradas, solitarias, ilusionadas, incomprendidas y humilladas que aspiran a un mundo mejor.

Releo con fervor La estepa (1888), extenso relato de costura melancólica y elegíaca en que el paisaje ruso es el auténtico protagonista. Me detengo una vez más en esa obra maestra que es El pabellón No. 6, cuento de extraordinaria tonalidad sombría, que, junto con El monje negro, rompe con los moldes del realismo hacia espacios simbolistas. El duelo, Historia de mi vida, En la hondonada, Relato de un desconocido y sobre todo el célebre y popular La dama del perrito (1899): muestrario de la inercia de la burguesía rusa frente a su propio final.

Aquí tengo la monumental edición realizada por Paul Viejo de Cuentos completos (Páginas de Espumas, 2014): vuelvo a disfrutar a un narrador de estilo desnudo y sobrio que supo configurar una detallada iconografía de la tragedia cotidiana: incidentes de las incertidumbres de la existencia humana.

Cuentos completos
Cuentos completos
Cuentos completos
  • Autor: Antón Chéjov
  • Editorial: Páginas de espuma, 2014