La fiesta y la sucesión de AMLO

SOBRE LA MARCHA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

En plena hojalatería de la historia con revire al Bicentenario original de 2010, medio milenio de calendario lunar incluido; proyecciones y destapes cruzan un pantano que sólo un tabasqueño como Adán Augusto López, secretario de Gobernación, intenta atemperar. Trabajo le sobra y la hamaca que le sugirió su paisano colgar en Bucareli, está de más.

Singular reunión la de este lunes en el Palacio de Cobián entre el titular de la cartera, el jefe de Morena en el senado, Ricardo Monreal, y la Jefa de Gobierno de la capital nacional, Claudia Sheinbaum Pardo.

Al asistir a la toma de protesta de Ricardo Gallardo (PVEM) como gobernador de San Luis Potosí, su amigo Monreal dijo a los medios como no queriendo, que él es el mejor para continuar la transformación en marcha que tutela con celo Andrés Manuel López Obrador. Sin adornarse —mucho—, Monreal presumió estar en plenitud de facultades físicas e intelectuales —y políticas—.

Al tiempo se filtró que Mariana Imaz Sheinbaum, hija de la mandataria chilanga recibió apoyos del vapuleado Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) por más de un millón de pesos en becas y apoyo para sus estudios en el extranjero. La doctora Sheinbaum respondió que no hay nada incorrecto en esa subvención. Se dijo tranquila y congruente.

¿Para qué se reunieron, sin aviso previo, la Jefa de Gobierno, el presidente de la junta de Coordinación Política del senado, y el responsable de Gobernación? Para hablar de la agenda citadina, ¡cómo no! Hay que tener presente que Monreal es franco, él transita por cargos donde no obedece a superiores jerárquicos; gobernador, delegado, legislador, etcétera.

¿Se adelantó Monreal y la misión de Adán López fue enfriar el ambiente cual juez de paz? Lo cierto es que hoy mismo, desde el Senado, se anuncia una desbandada de senadores de alto perfil, que quieren ser bancada, una alternativa plural con prebendas propias de fracciones partidistas en la Cámara alta.

Se trata al menos de cinco gallos, Germán Martínez Cázares, de Morena; Gustavo Madero, del PAN; Emilio Álvarez Icaza, senador independiente; Nancy de la Sierra y Alejandra León Gastélum, del PT, que buscan integrar un noveno grupo parlamentario que alterará el ecosistema de coaliciones y diques de contención internas, según reconoce el expresidente de esa cámara, el chiapaneco Eduardo Ramírez Aguilar.

Hay voces que presagian; los aceleres de Ricardo Monreal no van a cesar, por activas y pasivas, el cerebral político zacatecano comenzó la construcción de un andamiaje “plural” para sus aspiraciones presidenciales, que no van a frenar ni el secretario de Gobernación ni las quejas de la Jefa de Gobierno. Y con todo respeto, tampoco “ya sabe quién”.

Monreal necesita una red de protagonistas, que al margen de un partido de ocasión, lo soporten de cara a la ciudadanía. ¿Y Marcelo Ebrard, su amigo? Eso, gracia y lealtad que recompense un nuevo y último arabesco lateral del canciller.

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