Grandilocuencia

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
Carlos Urdiales Foto: La Razón de México

México es una Nación grande, con riquezas sinigual y un pueblo singular de cultura única, original, mestiza, eclética y sincrética que amalgama, combina y reforma. Nuestras raíces son profundas y soberanas, dignas, repletas de paisajes heroicos. Leyendas de bronce abundan en rotondas y panteones de mexicanos ilustres.

De esta versión oficial endémica nos viene la afición, el gusto y hasta la convicción por la grandilocuencia. Nos gusta ver grande todo. Sentirnos únicos y especiales. Los pequeños detalles que son los más importantes, los borramos a golpe de grandilocuencia. Minimizamos lo operativo con lo retórico.

El gobierno del Presidente López Obrador edifica cotidianamente la épica transformadora, hace de la historia inscrita en muros de honor, un futuro emancipador. Demanda disculpas de la Corona Española por la Conquista y de la Iglesia Católica por su complicidad. Propone enterrar a la Organización de Estados Americanos y fundar una Unión Bolivariana amplia y ajena a inflexiones imperialistas.

Promueve una consulta popular en sentido distinto al que plantea la pregunta. Vende y rifa un avión ex presidencial en una realidad alterna y simbólica. Resuelve el desabasto de medicamentos y oncológicos pediátricos una y otra vez, explica y muestra facturas, cartas compromiso y pedidos aduanales. Que a niñas y niños sus tratamientos no les lleguen, es una ruin exageración.

La corrupción arriba se acabó. No se precisa dónde exactamente pero el Almirante Secretario de la Marina, Rafael Ojeda afirmó el 20 de mayo que al parecer el enemigo del orden y la seguridad pública estaba en el Poder Judicial, y apenas ayer dijo que no hay servidores públicos honestos. Tan grandilocuente las afirmaciones positivas como las negativas.

Mientras tanto el día a día en salud pública, violencia, crecimiento económico, ética social y pública se extravían con detalles mundanos carentes de una prosa digna de algo épico.

¿Espionaje CdMx?. La Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México pagaron 344 millones de pesos en 2020 por sistemas de intercepción telefónica y análisis a gran escala de metadatos a una empresa recién creada propiedad del ex abogado de Emilio Lozoya Austin, reveló Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) en una investigación de Alejandra Barriguete.

El 19 de marzo de 2020, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CdMx adjudicó de manera directa un contrato por 259 millones 979 mil pesos a Pixkitec. Dos meses después, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México otorgo otro contrato por 84 millones 482 mil pesos a Pixkitec, también por adjudicación directa.

El primer contrato, y el de mayor monto, fue asignado a los nueve meses de que fue creada la empresa. Pixkitec fue constituida en junio de 2019 en la Ciudad de México y tiene su domicilio fiscal en la Colonia Las Américas en Avenida Observatorio.

Su socio y apoderado legal es José María Funtanet Alarcón. Funtanet fue abogado de Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex quien fue aprehendido en julio de 2020 acusado de corrupción, lavado de dinero y tráfico de influencias.

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