Carlos Urdiales

Donde manda capitán…

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Carlos Urdiales 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

El fallido lance del diputado Sergio Gutiérrez Luna para hostigar penalmente a las y los consejeros electorales que acordaron ralentizar el proceso de consulta popular para la revocación de mandato evidencia la dependencia umbilical de la falange legislativa de Morena a Palacio Nacional y lo efímero de los argumentos retóricos cuando de dar marcha atrás al farol que pretendía someter la independencia, esa sí, de un órgano autónomo y resiliente.

 Veracruz, Monreal y MC

Rogelio Franco, exdirigente del PRD; Tito Delfín Cano, candidato a la dirigencia estatal del PAN; Fabián Cárdenas, alcalde electo de Lerdo de Tejada; Gregorio Gómez, candidato a la alcaldía de Tihuatlán; Azucena Rodríguez, exdiputada federal del PRD; Yolli García, excomisionada del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información; Ramón Ortiz, líder sindical; seis jóvenes detenidos por “ultrajes a la autoridad” y ahora José Manuel del Río, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado y operador del senador Ricardo Monreal —aspirante a la candidatura presidencial de Morena en 2024—, han sido procesados penalmente por el aparato judicial de Veracruz. 

Todas y todos están tras las rejas por diferentes acusaciones. Todas y todos señalan al gobierno de Cuitláhuac García como responsable de su encarcelamiento. 

El rigor del Ministerio Público jarocho y de algunos jueces ha hecho factible dos hipótesis; o en Veracruz la lucha en contra de la impunidad y la corrupción se materializa sin echar mano de consultas populares para llevar a juicio a exgobernadores, diputados o senadores al aplicar criterios máximos para medidas cautelares a personajes políticamente vinculados a la oposición del nuevo poder o en Veracruz, el uso político de la justicia goza de cabal salud.

Aquí no se sospecha de revanchas en contra de los de antes, sino de ataques a los posibles correligionarios hoy potenciales enemigos en el futuro. El zacatecano Ricardo Monreal es nítido al expresar que una acusación tan grave —homicidio calificado— y al tiempo tan endeble en materia de pruebas, constituye una bajeza política y un sinsentido jurídico. 

El caso de José Manuel del Río Virgen hiede a pleito entre grupos de Morena rumbo a la sucesión presidencial. Junto a Ricardo Monreal en la escena y en penal de Pacho Viejo apareció Dante Delgado, cabeza de Movimiento Ciudadano sumándose a la condena retórica y a la presión política —hasta ahora infructuosa— en contra del gobernador Cuitláhuac García. Y a través de las redes sociales otro aspirante a figurar en la boleta para Presidente en 2024, el canciller Marcelo Ebrard destacó la calidad humana de Monreal al visitar a su colaborador y amigo preso. 

Bandos morenos que escenifican la lucha intestina en los frentes más diversos para posicionar o debilitar proyectos y grupos de frente al Presidente López Obrador dentro de Morena, o bien para construir una alternativa creíble y potente para, llegado el caso, dar la batalla electoral en favor del proyecto, pero en contra del dedazo y la imposición. Así se llevan.