Alexis no tiene la culpa

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

El horno de los fichajes de invierno sigue encendido en el futbol mexicano mientras nos acercamos poco a poco al inicio de un torneo más de nuestro calamidoso futbol. Y como siempre, en el mercado de transferencias se marca aún más la brecha entre los que tienen plata y los que tienen nada o muy poco que ofrecer. Tigres, Monterrey, Cruz Azul, Chivas y Pumas son los que por ahora más ruido hacen; el campeón, América, de manera más reservada comienza a dibujar el sueño del bicampeonato.

Como no podía ser diferente, los Tigres han sellado el fichaje más importante hasta ahora, con la llegada de Juan Brunnetta procedente de Santos. El volante argentino era uno de los jugadores más deseados por los clubes mexicanos, pero sólo pocos podían aspirar a él. Por otro lado, los Pumas también han sido nota, pero no de una forma totalmente positiva. Los de la UNAM y en un parpadear se quedaron sin Antonio Mohamed, su goleador del torneo Toro Fernández y para sorpresa de todos, Juan Ignacio Dinenno abandonó el club felino para enrolarse en nueva aventura con el Cruzeiro de Brasil.

Pero el fichaje que más ruido traía en esta pausa invernal, sí, en gran medida por morbo y polémica, era la inminente llegada de Alexis Vega a Cruz Azul. El futbol mexicano, fiel a sus malos hábitos culturales, estaba por fraguar la llegada de Vega como un fichaje bomba, como el gran salvador del mal paso de Cruz Azul. Un jugador que fue separado y congelado por su entrenador por las constantes indisciplinas extradeportivas. Además de lo extracancha, las lesiones también han mermado el rendimiento de Alexis Vega, quien es o era considerado por muchos, como uno de los mejores atacantes mexicanos del momento.

La operación iba por buen camino, Chivas y Cruz Azul tenían el acuerdo cerrado. Los de Guadalajara querían deshacerse de un “niño problema” y por su parte, la gente de Cruz Azul le encanta comprar los problemas ajenos, todos felices. Pero todo indica que la negociación se ha caído, porque esta vez, los directivos de La Maquina decidieron incluir un par de claúsulas en el contrato de Vega, que el todavía jugador de Chivas, no ha querido aceptar.

Dichas claúsulas van con relación a los dos principales temas en los que Vega ha estancado su carrera: las lesiones y las indisciplinas. A nadie sorprende que Vega se dignó a rechazar el contrato, si a estas alturas en su carrera no logra reconocer una gran oportunidad en su carrera, cuando en realidad no ha hecho mucho dentro de la cancha para merecerla, pues es normal que Alexis pretenda continuar en su zona de confort.

Lo increíble y ridículo, es que un club, que se autoproclama como un equipo grande e histórico, considere ficha un jugador que le ha faltado el respeto a su profesión, además por 10 millones de dólares. No deseo que Vega se quede sin jugar o que termine ya su carrera, lo que me encantaría es que el futbolista de Chivas nuevamente reencuentre su versión dentro de la cancha, y más importante, consiga reconciliarse con el futbol, que es al que le debe todo. Y Cruz Azul, debería comportarse como un verdadero club grande, que analizaría sus fichajes con mayor seriedad, con estándares de calidad y que pueda vestir con honor y respeto su camiseta y no tratar de pescar en río revuelto.

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