Pasará el tiempo y en nuestra liga jamás reconocerán que hay una crisis deportiva. Lo poco que semana a semana se logra rescatar para ofrecer a los aficionados como un gran producto basta para continuar. Para mí, cuesta cada vez seguir y creer en nuestra liga. Con equipos irregulares, sin grandes figuras que destacar, sin las emociones del ascenso y descenso, ni torneos internacionales que valgan la pena, y una Selección Mexicana más gris que el cielo contaminado de la Ciudad de México, hay más preguntas que respuestas.
Y entonces, en medio de un conflicto existencial por el futbol, aparecen 180 minutos de frenético y eminente futbol. Los cuatro encuentros de ida de cuartos de final de la Champions League nos obsequiaron una dosis de futbol suficiente para volver a estremecernos por la pelota. Claro, destacando el encuentro entre el Real Madrid, de Carlo Ancelotti, y el Manchester City, de Josep Guardiola, en lo que hoy podemos definir como el gran derbi del planeta.
El juego de la semana pasada fue nuevamente una obra de arte, una sinfonía casi perfecta en la que el aficionado del futbol puede sentirse orgulloso y satisfecho de ser amante del deporte más popular del mundo. Un empate 3-3 en el renovado estadio Santiago Bernabéu, y del cual Pep Guardiola lanzó un dardo a los madridistas que tanto aprecia: “El estadio quedó maravilloso, ahora sólo deben preocuparse por la hierba”; en alusión al mal estado del césped y que entorpeció un poco al futbol que despliegan las escuadras de Guardiola.
Y lo que nos espera mañana desde Manchester promete ser igual o mejor. Partido nuevo, en donde nada está definido. Ya sin la regla de goles de visitante, el panorama en tiempos extra y una latente definición por penales, no es para nada descabellado; pero tampoco se puede descartar que el Manchester City salga en modo bestia y concluya la obra con nota alta.
Para el día de hoy, el duelo de entrenadores con ADN Barça, Luis Enrique y Xavi, también amenaza con volver a ser un duelo de goles y futbol ofensivo. El entrenador del PSG anunció que su equipo está recuperado anímicamente y será mucho más ofensivo que en la ida en París. Noventa minutos críticos y que podrían cambiar el destino del entrenador del Barcelona, volver a semifinales después de muchos años de ausencia, desde la temporada 2018-2019. Probablemente, la Champions podría cambiar la decisión de Xavi de abandonar el club, aunque estoy seguro que incluso ganando la Orejona y dándole la vuelta al Madrid en la Liga, la marcha de Xavi es inevitable.
Por otro lado, en Alemania, la mejor afición del mundo, la del Dortmund, tendrá otra cita con el destino, se encuentra abajo por un gol en la eliminatoria. Escenario perfecto para el Cholo Simeone y el Atlético de Madrid, pero con una rendija de esperanza para los locales. Semana de reivindicación de la fe en el futbol, con cuatro partidos que nuevamente nos llevarán al límite. Cuatro entrenadores con ADN culé, pero como precisó Luis Enrique en la rueda de prensa de ayer, todos los entrenadores tienen ADN futbol, porque pocas veces se había visto tantos goles en esta ronda del torneo. Qué haríamos sin ti Champions League.