Laboratorio en Vasco

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Dicen que la tercera es la vencida. Con una victoria sosa ante Nueva Zelanda por tres goles a cero, comenzó oficialmente una etapa más de Javier Aguirre. La amenaza es que ahora sí, será la última para el oriundo de la colonia Lindavista al frente del Tricolor. Con el Vasco llega como auxiliar, el último gran referente, el capitán en Copas del Mundo, Rafael Márquez. Al menos mediáticamente y con un impacto inmediato al interior del equipo, la fórmula tuvo buena aceptación.

Aun así, con todo y la llegada de la dupla Javier Aguirre – Rafael Márquez, hay más incertidumbre que certeza en otro improvisado proceso. Lo positivo que resuena es sobre el liderazgo y la disciplina que Aguirre promete imponer en el grupo. La cara de Rafita es más como una promesa del futuro, algo más simbólico que real. En general, el medio futbolísitico no ve un avance, más bien, es reflejo del estancamiento que vive el futbol mexicano en todos los niveles.

Y estas dudas no sólo aparecen en los debates deportivos, ahora las tribunas en Estados Unidos han visto reflejado el poco entusiasmo que hoy existe por la Selección Mexicana de futbol. Para muestra, la asistencia oficial en el Rose Bowl de California, en donde alguna vez, México ante el mismo rival, metió más de 90 mil aficionados; pero ahora en el debut de Aguirre, se contabilizaron oficialmente 25 mil 271 aficionados.

El mismo fenómeno se registró anoche en Arlington, casa de los Vaqueros de Dallas, en donde históricamente siempre se han registrado grandes entradas y ahora, apenas se vendieron poco más de 20 mil localidades. Los organizadores y la Federación Mexicana de Futbol deben estar preocupados si la tendencia continúa de aquí al Mundial de 2026, porque el gran negocio se está derrumbando en uno de los momentos más importantes para el futbol mexicano. Ojalá la presión económica le abra tantito los ojos a la FMF y pueda gestionar encuentros más interesantes para mejorar en lo deportivo.

Vaya ironía de la vida, eres coorganizador del Mundial después de 40 años, el evento más importante del futbol y en todas las estructuras nos vemos más débiles que nunca. Será importante entender que el proyecto (si es que se le puede llamar así) del 2026 está enfocado a un resultado inmediato. Javier Aguirre es la esperanza para todos los dueños del balón, para que México no haga un papelón jugando como local, tanto en el Azteca como en un posible duelo en Estados Unidos. Hay que decirlo, no había otro nombre en el medio que pudiera salvar este barco que se hunde lentamente.

Quedamos en manos del Vasco Aguirre, que este proceso que empieza, que no tendrá exigencias reales hasta el próximo junio del 2026, pueda fluir; que logre potenciar el nivel tan limitado que han mostrado los integrantes de la selección, que pueda desatorar el amor propio y por la camiseta que representan, porque no hay materia prima, lo que vimos ante Nueva Zelanda y Canadá, es lo que hay. Tal vez el futbol le está dando la revancha a Javier Aguirre en el torneo en donde no logró trascender como soñó. Y una vez más, sin esperarlo, vuelve a estar en el timón, dependerá de él aprovechar esta última oportunidad.

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