Daniel Alonso

Mentes brillantes

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso
Daniel Alonso
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¡Tenemos final de Champions! El 29 de mayo Estambul tendrá la dicha de recibir al Manchester City, de Joseph Guardiola, y al Chelsea, de Thomas Tuchel; dos auténticos ajedrecistas del futbol y protagonistas de la Liga Premier de Inglaterra, el mejor campeonato del planeta. Para una ciudad histórica y cuna de las civilizaciones, no podría merecerse menos.

Pep Guardiola regresa a la final de la máxima competición de clubes europeos después de 10 años de haber ganado el título con el Barcelona en la Temporada 2010-2011; y ahora lo hace consiguiendo el gran anhelo de la afición al Manchester City, la cuenta pendiente con Europa. Con esto, Pep se une a la lista de entrenadores que logran llegar a esta instancia con diferentes equipos, ahora tratará de quedarse para siempre en el corazón citizen.

Pero como todo en esta vida, no existe un conceso generalizado sobre la calidad del técnico catalán. Sus fieles seguidores lo consideran el más revolucionario de los últimos 10 años; los que no son devotos de su ideología, lo consideran un técnico que ha conseguido su reconocimiento más con el discurso que con resultados. Y como prueba de ello, hacen énfasis en las derrotas que ha vivido en instancias de semifinales de Champions League con el Bayern y el Manchester City. ¿Cómo medir la calidad de un director técnico? ¿Con base en los números? ¿En los títulos?

Las estadísticas y medallas evidentemente sirven como referencia; pero pensar que son el parámetro definitivo, lo dudo mucho. Un ejemplo muy ilustrativo es Zinedine Zidane. El estratega francés ha sido continuamente cuestionado por la prensa española e internacional. Los tres títulos de Champions League que obtuvo de manera consecutiva lo tienen en alta estima dentro de la afición madridista, pero ni ese tricampeonato lo ha salvado de severas críticas y después de la eliminación de ayer, los ánimos se han vuelto a encender por la “improvisada” alineación que presentó ante el Chelsea.

En la banca vecina estará Thomas Tuchel. El técnico alemán repite por segundo año consecutivo como finalista, después de darle un auténtico baile al Madrid, que por la falta de puntería de sus atacantes el marcador no fue de escándalo. Y con el alemán se vive un fenómeno similar al de Pep Guardiola, ya que ha sido cuestionado en sus equipos pasados por no poder coronar las grandes temporadas que ha tenido a nivel local con algún título en competencias europeas.

Pero la calidad como estratega es innegable y más allá del resultado que pueda obtener ante el Manchester City, su continuidad con el Chelsea no debería estar en duda; decir que está garantizada es imposible, ya que su carácter le ha privado de continuar con el PSG o en su momento el Dortmund.

Dicen que los únicos protagonistas en el futbol son los 22 jugadores dentro del campo; pero la próxima final que enfrentará, desde mi humilde opinión, a los dos mejores entrenadores del momento, será todo un deleite. Manchester City o Chelsea; Pep o Tuchel, la final de la Champions está lista y la guerra entre estas dos mentes maestras ya está en marcha.