Última palabra

ARQUETIPO FUTBOL

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Fue un fin de semana llenó de información deportiva. El América renació de sus cenizas y venció contra pronóstico a las Chivas en el Estadio Azul. Las Águilas, pero en la femenil, no sólo vencieron, sino humillaron con un 7-0 al Guadalajara para llevarse el combo completo. El Canelo Álvarez sumó una victoria más en la tradicional pelea de Independencia mexicana y el Checo Pérez a punto de firmar una gran carrera, con tan sólo dos vueltas por delante, se impactó con el auto de Carlos Sainz y quedó fuera.

En estos días también ya hubo una carga excesiva de deportes: comenzó la nueva Champions League con un formato que ha generado polémica por sumar más partidos a una larga temporada para los futbolistas. El Real Madrid debutó con victoria, incluido un gol de Kylian Mbappé. La jornada doble de la Liga MX le quitó el invicto a Cruz Azul y le dio una oportunidad más a Gustavo Lema con Pumas, gracias a la victoria sufrida ante Puebla en Ciudad Universitaria.

Días con muchísima información deportiva, días como los que siempre atesoró y amó uno de los principales referentes del periodismo deportivo en México: André Marín. Lamentablemente, después de una dura batalla contra padecimientos de salud, uno de los grandes referentes del periodismo deportivo en nuestro país se adelantó en este viaje.

Los 38 años de carrera periodística de André Marín no pasaron desapercibidos; clubes de la Liga MX, como América, Chivas, Pumas o Pachuca; jugadores en activo y retirados, colegas y amigos de los medios de comunicación e incluso el presidente de la FIFA, se tomó el tiempo para dedicarle unas palabras: “Lamento profundamente el fallecimiento de André Marín Puig. Su pasión por el futbol y dedicación a su oficio lo llevaron a ser una de las caras más respetadas del periodismo deportivo en México y en todo el mundo”. Fue parte del mensaje que Infantino publicó hace unos días.

Aunque difiero un poco con Infantino, la verdadera pasión de André no fue el futbol, fue el periodismo deportivo. Las incontables horas viajando con la Selección Mexicana, el inventar maneras surrealistas para conseguir la nota en tiempos donde Televisa dominaba el futbol. La capacidad para reinventarse y ser el líder de un proyecto de televisión deportiva como La Ultima Palabra que se posicionó rápidamente como uno de los favoritos de la gente, compitiendo directamente contra el gigante Televisa y contra su propio maestro en ESPN, José Ramón Fernández.

Su historia de amor con la prensa deportiva comenzó a los 14 años de edad y sólo la enfermedad pudo alejarlo por un tiempo de su pasión, de los medios. Sólo la enfermedad pudo cortar una maravillosa racha de 38 años comunicando a su manera, con su estilo, con sus seguidores, con sus detractores, pero siempre con un profesionalismo en una trayectoria que será ejemplo y referente para las nuevas generaciones que hoy comienzan su camino en el noble oficio del periodismo.

Las grandes hazañas deportivas se escriben para siempre; pero alguien las tuvo que contar y en muchas de esas hermosas historias, en múltiples entrevistas con los iconos del deporte, estará eternamente la inconfundible voz de André Marín Puig. Descansa en paz.