Golpe de timón

PUNTO CIEGO

Daniel Santos Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Santos Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Durante los siglos XVII y XVIII, los barcos navegaban principalmente de Europa a América para comerciar productos valiosos como especias, oro, textiles y todo tipo de mercancías las cuales permitieron un intercambio no solo económico sino cultural. Además de los barcos mercantes, los que cruzaban los mares, eran barcos de guerra, utilizados por las potencias europeas para proteger sus intereses comerciales y territorios en el Nuevo Mundo.

En esas épocas, los capitanes enfrentaban tormentas inesperadas, ataques de piratas o simples errores de navegación que los podían llevar a la deriva y que podían causar hundimientos inesperados. Cuando una de estas situaciones amenazaba el curso de un barco, el capitán tomaba la decisión de dar un "golpe de timón", una maniobra que consistía en girar de forma drástica la dirección del barco para esquivar un peligro inminente o corregir un rumbo erróneo. Este cambio no era solo una leve modificación, sino un movimiento decisivo y planificado que requería experiencia y nervios de acero.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha dado muestras de tomar un rumbo distinto en la relación del gobierno de México con el empresariado. La retórica de satanizar a quienes generan fuentes de empleo que benefician a millones de mexicanos ha quedado atrás. El U.S. México CEO Dialogue 2024 encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, reunió en Palacio Nacional a los 240 presidentes ejecutivos, directores generales y lideres empresariales más poderosos de América del Norte, entre los que destacan figuras de la talla de Juan González de Gruma, Ramiro Garza Vargas, Presidente de Grupo R, Tania Ortiz Mena de Sempra Infraestructura, Ángel Mieres, Presidente Ejecutivo de Grupo Andrade, Gina Diez Barroso de Centro, Carlos Slim Domit de Grupo Carso, Altagracia Gómez Sierra de Minsa, entre muchos otros más que los acompañaron del vecino país.

Si bien el ex presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió en dos ocasiones con ellos en 2019 y 2022, su animadversión hacia este sector se hizo patente en numerosas conferencias mañaneras en las que los culpaba de innumerables pecados. Claudia Sheinbaum demostró que así como los capitanes debían tener el coraje para hacer un golpe de timón y salvar su tripulación, la presidenta hizo lo propio. Cuando un líder identifica que el rumbo que está llevando lo destina al fracaso, debe hacer un golpe de timón estratégico para cambiar la dirección y evitar un desastre. La historia nos enseña que, a veces, un cambio valiente, a tiempo y bien calculado es la única forma de salir a flote.

Por lo pronto, el gobierno mexicano en voz de su presidenta renegocia la relación de amistad con los empresarios. Estos, como muestra de la confianza que se ha construido, anunciaron inversiones en México por más de 20 mil millones de dólares.

Bien por los empresarios, pero más bien por el gobierno que traza una nueva ruta enfocada al éxito.

Reenviado

Tamaulipas es un estado sumamente dinámico. Su localización geográfica lo posiciona como un polo estratégico para la economía de México y EEUU. Tierra de hombres y mujeres de trabajo y de esfuerzo que han sabido sobrevivir al estigma de violencia que caracterizó esa tierra por muchos años. Dentro de todos ellos destaca Ramiro Garza, quien por cierto fue el único tamaulipeco presente en la importante reunión con el gobierno y el empresariado mexicano.