David E. León Romero

Amarillo fase 3, buena decisión

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
David E. León Romero
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Complejo habrá sido tomar la decisión de cambiar el Semáforo de Alertamiento Volcánico, de Amarillo Fase 2 a su Fase 3; una decisión sumamente difícil, pero absolutamente acertada.

Cientos de mexicanos dedican su vida literalmente, a tomarle el pulso al volcán Popocatépetl. Miden su sismicidad, sus emisiones, sus movimientos; lo sobrevuelan, lo observan las 24 horas del día, sin descanso, analizan su ceniza y su agua, intentando elaborar las conclusiones más acertadas que permitan enriquecer los elementos para decidir y con ello, ejecutar acciones en el intento por poner a salvo a las familias de la región.

Algunos de ellos, integrantes del Comité Científico Asesor, mujeres y hombres de extraordinaria solvencia técnica, ética y profesional, que gracias a su dedicación y conocimiento, exponen al coordinador, en este caso, coordinadora nacional de Protección Civil, la situación por la que atraviesa el volcán, para que éste decida modificarlo o no.

El Semáforo está compuesto por colores y fases que detonan acciones a realizar por parte de las autoridades y de la ciudadanía, en la búsqueda de garantizar —en la medida de lo posible— la seguridad de los mexicanos expuestos a la actividad volcánica.

Recuerdo con especial emoción encontrarme frente a investigadores de talla mundial, que con paciencia, sencillez y templanza, intentaban explicarme el comportamiento del volcán y el riesgo que dicha actividad implicaba para las comunidades en la zona. Fueron ellos mismos (Don Servando de la Cruz, Hugo Delgado, María Aurora Armenta, Carlos Valdés, Iouri Taran, Ángel Gómez, Robin Campion y Ana Lillián Martin), quienes en el año 2019 fueron acreedores —merecidamente— al Premio Nacional de Protección Civil en la categoría de la prevención, de manos del Presidente Andrés Manuel López Obrador, hombre comprometido permanentemente con la prevención y la atención de emergencias.

Acepto que ésta fue una asignatura que como servidor público me quitó el sueño. En los momentos de mayor apremio, como el que seguramente ahora viven un grupo importante de servidores públicos federales, estatales y municipales, una tarde del 2019, reporté de inmediato al siempre comprometido, cercano y sensible doctor Alfonso Durazo, en aquellos días secretario de Seguridad, a quien ofrecí presentar el cuadro por el que atravesaba el volcán al Presidente de México. Así, la madrugada siguiente, fue don Servando de la Cruz, uno de los mexicanos que mejor conoce a don Goyo, quien se encargó de explicar al Presidente López Obrador, en el marco del Gabinete de Seguridad, la situación que prevalecía; en aquellos días como hoy, el semáforo cambió.

Los mexicanos podemos estar seguros, que más allá de lo que vemos y escuchamos, existen miles de extraordinarios servidores públicos que dedican su vida a procurar el bienestar de las familias mexicanas.

Hoy, debemos estar atentos a los mensajes de las unidades municipales y estatales de Protección Civil, que gracias a los integrantes de los medios de comunicación, nos informan acerca de las medidas a seguir, frente a una situación de riesgo que merece toda nuestra atención y seriedad.