Ha sido una gran noticia la llegada de Tesla a Nuevo León. No es cosa menor. El mensaje es profundo. Tesla habrá evaluado un sinfín de detalles para elegir el sitio para radicar su megaplanta. China, Colombia y Canadá, entre otros, intentaron albergarla. Aproximadamente mil 600 hectáreas de extensión con un programa de obra de 9 meses y un presupuesto de construcción que se presume superará los 4 mil 500 millones de dólares.
Nuevo León es la tercera economía más relevante de nuestro país, solamente detrás del Estado de México y de la Ciudad de México. Alberga grandes industrias: cemento, acero, aeroespacial, biotecnología, electrodomésticos y automotriz; ésta última fuertemente fortalecida con este anuncio. Cuenta con conectividad, infraestructura, energía, las mejores universidades del país y perfiles con fortalezas que los posicionan como pujantes y trabajadores. Nuevo León crece por arriba del promedio nacional y es una de las entidades que mayor Inversión Extranjera Directa reciben.
Su vecindad con Estados Unidos es clave. La entidad es una de las más exportadoras de nuestro país. Los carriles exclusivos en el Puente Colombia ubicado en su territorio permiten el ágil cruce de personas y mercancías.
Tener un auto eléctrico saliendo de la línea de producción hecho en Nuevo León, será resultado de la combinación de una gran diversidad de recursos, integrados a través de una cadena de suministro que demandará insumos y la capacidad de los recursos humanos altamente calificados disponibles en la región. Los efectos en materia económica serán extraordinarios. Si bien parte de los proveedores de Tesla ya están ubicados en la entidad, detrás de la planta en proyecto, seguramente llegarán otras empresas proveedoras de la misma para participar del proceso de producción. Los ingresos se incrementarán, se dinamizará el crédito, se crearán miles de empleos y se deberán satisfacer diversos servicios.
El mensaje detrás de la decisión es también un voto de aprobación a la gestión del Gobierno de México y del Gobierno del Estado de Nuevo León. El respeto al Estado de derecho, la certeza jurídica y la disciplina en el manejo de las finanzas públicas seguramente han sido tomadas en cuenta. Los inversionistas eligen el sitio destino de sus inversiones tomando en cuenta distintos elementos entre los que destacan el riesgo, la oportunidad y la certeza.
El gran anuncio es también el visto bueno de la estrategia de comercio internacional que México ha planeado y construido por décadas, estableciendo un buen número de tratados comerciales que hoy resultan atractivos y útiles para los productores radicados en México, que importan algunos elementos de China incluso con cero aranceles, para posteriormente exportar sus mercancías a otros mercados.
La llegada de Tesla anuncia una muy buena noticia para México, que seguramente será el prólogo de otras importantes inversiones, que, dado el contexto económico mundial, buscarán el sello Hecho en México para que sus mercancías se oferten en distintas partes del mundo. Llega Tesla, buena noticia para México.
