David E. León Romero

Calor extremo

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
David E. León Romero
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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L as altas temperaturas en distintos puntos del planeta, especialmente en el hemisferio norte, han prendido las alertas de distintas instituciones. El pasado junio ha sido el más caluroso en la historia del mundo. De igual forma, la semana pasada ha sido la de mayor temperatura desde que se tienen registros.

Cincuenta grados en Texas, 35 en Berlín, 36 en Roma, 40 en Andalucía, 46 en Madrid, 47 en Sevilla y 41 en Grecia son algunas de las temperaturas registradas la semana pasada. Los registros han roto gran número de récords.

El fenómeno de El Niño en el océano Pacífico ha amplificado de manera importante los efectos. Las consecuencias van más allá de las altas temperaturas, que sin duda afectan procesos productivos y la dinámica social de distintas regiones.

Algunos especialistas hablan de la muerte de más de 60 mil personas solamente en Europa a causa de las altas temperaturas, destacando España, Grecia, Italia y Portugal entre los que mayores bajas registran. En contraste, en distintos puntos del globo se registran precipitaciones pluviales fuera de lo normal; en Corea del Sur, las lluvias han cobrado más de 30 vidas, en India más de 80, sin olvidar las dolorosas inundaciones registradas en el noreste de Italia.

Son las altas temperaturas uno de los fenómenos más peligrosos y amenazantes, provocadas como uno de los efectos del cambio climático. Configuran condiciones idóneas para la provocación de incendios forestales que amenazan la flora, la fauna y a las comunidades que viven cerca o en los bosques. Más de mil hectáreas afectadas en California que provocaron evacuación de comunidades. En este sentido, es Canadá, desafortunadamente, el territorio hoy más afectado, con millones de hectáreas siniestradas.

La espiral negativa continúa en proceso. La generación de gases de efecto invernadero se acumula, agudizando el calentamiento global, que a su vez provoca mayor impacto ambiental.

Contrarrestar los efectos es tarea de todos. Los tres sectores, privado, público y social, deben unir esfuerzos para atender la crisis. Serán las grandes economías las que mayor responsabilidad tienen, destacando aquellos que mayores contribuciones en materia de impacto ambiental han provocado: Estados Unidos, China, Rusia, Brasil e Indonesia. Nuestro país se encuentra en el lugar número 15 en materia de generación de gases de efecto invernadero, detrás de Reino Unido, Alemania, Canadá, Argentina y Japón. El cambio climático no reconoce fronteras y serán la suma de pequeñas acciones lo que permita emprender acciones de desarrollo sostenible y eventualmente, regenerativo.

Los eventos se agudizan cada vez más. Además de los desastres y las emergencias registradas, el rendimiento del ganado y las cosechas se ven mermados de manera muy importante. En nuestro país tenemos mucho por hacer. Más de 22 entidades federativas del territorio nacional registraron en días pasados más de 40 grados, siendo así uno de los países de mayor temperatura en todo América Latina.

Pareciera que este calor extremo que experimentamos en los últimos días, es una probadita de lo que nos espera en materia climática, lo que nos obliga a comprometernos de fondo para disminuir el impacto de nuestras acciones y contrarrestar en la medida de lo posible la crisis que nos ocurre.