El limón forma parte de nuestra cultura. Está en nuestra mesa, en nuestras expresiones, en nuestros cuadros y canciones. Platillos dulces, salados, bebidas, remedios y un sinfín de usos y productos que incluyen el jugo de esta fruta. Contiene vitamina C, B, fósforo, hierro, potasio y calcio, entre otros nutrientes. Cada uno de los mexicanos consumimos cerca de 7 kilogramos al año. Arraigado a México, es un producto de origen asiático.
Hoy su precio duele, como cuando sus gotas caen en una herida, ya que el kilo se encuentra a la venta cercano a los 80 pesos, existiendo sitios donde alcanza los 100 pesos. Si comparamos el precio promedio de esta última semana del año que comienza, con la misma pero del año 2021, encontraremos que el incremento es cercano a un 400 por ciento.
Distintos elementos han provocado una disminución en la oferta que no permite satisfacer la demanda de los consumidores y con ello el precio del mismo se ha incrementado enormemente: el volumen de exportaciones mexicanas, el incremento en los precios de los fertilizantes necesarios para su cultivo, la estacionalidad propia de la producción y algunos eventos meteorológicos como los frentes fríos que azotan los estados productores. La caída en la producción se ha registrado en los meses de noviembre y diciembre del año 2021.
En México se producen 3 especies de limón: el agrio, el persa y el italiano. Son Michoacán, Veracruz, Oaxaca y Colima los principales productores de esta fruta. Somos el segundo productor más importante del mundo, sólo detrás de la India y seguidos por China, sumando los tres países cerca del 40 por ciento de la producción mundial.
Nuestra producción ha registrado crecimientos sostenidos desde el 2012 hasta el 2020, alcanzando en ese último periodo cerca de 2.8 millones de toneladas, de las cuales un volumen muy importante se exporta a Estados Unidos, Países Bajos y el Reino Unido. Del 100 por ciento de su producción, cerca del 40 por ciento se consume de manera directa y el resto es utilizado como un insumo para la fabricación de otros productos.
La importancia de la producción de limón se encuentra también en la gran derrama económica que provoca, los cientos de miles de familias que se benefician de su producción, comercio, transformación y consumo. El potencial del campo mexicano es enorme y encuentra en el fortalecimiento tecnológico un espacio de oportunidad que permita incrementar la producción de distintos cultivos, generando empleo que arraiga a las familias en sus comunidades, elevando las condiciones de bienestar y disminuyendo el fenómeno de la migración.
La tendencia continuará y el precio del limón lo mantendrá fuera del alcance de la mayoría por las próximas semanas o meses. Nos veremos obligados a moderar el consumo y aprovechar esta coyuntura para revisar la situación por la que atraviesan los productores mexicanos para fortalecer su labor, intentando atenuar la fluctuación en la producción que hoy nos limita en el consumo de este producto derivados de sus altos precios.
