El turismo históricamente ha sido una fuente protagónica de ingresos y generador de empleos para nuestro país. Parte muy importante de los ingresos de la economía mexicana han estado soportados por aquellos derivados de los servicios turísticos.
Nuestros activos de diversa índole, el clima excepcional, la diversidad que nos caracteriza, la riqueza cultural y gastronómica y la gran atención y servicio que brindamos a los visitantes nos colocan en los primeros lugares en recepción de visitantes. La lista de países con mayor número de turistas internacionales en el 2021 la encabeza Francia; el segundo lugar lo ocupa México, con 31.9 millones de visitantes, por encima de España, Turquía, Italia y Estados Unidos. Esos viajeros generaron una derrama de 19.8 miles de millones de dólares, ubicándonos en séptimo lugar por captación de ingresos.
La última publicación del indicador trimestral de la actividad turística, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, revela un crecimiento importante. En el primer trimestre del presente año, el indicador trimestral del Producto Interno Bruto turístico creció 22.1% y el de consumo turístico interno 25.7% con respecto al mismo trimestre del año 2021.
El Consejo Mundial de Viajes y Turismo estimó que durante el 2022 el sector turístico contribuirá con aproximadamente 14 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto. Este mismo organismo prevé crecimientos a una tasa promedio anual cercanos al 3 por ciento, por arriba incluso del crecimiento que se pronostica para la economía nacional.
Por su parte, la OCDE emitió cuatro importantes recomendaciones para el sector: 1. Promover un enfoque más integrado y una gobernanza más sólida en la política turística. 2. Ampliar la conectividad para apoyar la diversificación del mercado y movilizar a los visitantes en todo el país. 3. Promover el crecimiento turístico incluyente, la diversificación de productos y el desarrollo de destinos. 4. Priorizar la inversión y financiamiento de las pequeñas y medianas empresas en apoyo a la innovación de la oferta.
México podría dinamizar aún más este sector, a través de diversas estrategias ejecutadas en combinación con el sector público, privado y social, atrayendo más inversiones que a su vez se reflejen en visitantes. La planeación y ejecución de obras de infraestructura que fortalezcan la conectividad, la profesionalización e incremento de la calidad de los servicios que se ofrecen al visitante, el incremento en los niveles de seguridad y la preservación de los activos naturales y culturales resulta primordial.
El mayor reto de nuestro país relacionado con el sector será garantizar la seguridad de quienes nos visitan. En días pasados el Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió un alertamiento solicitando a sus ciudadanos evitar viajar a las entidades federativas de Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas. Un mensaje que poco ayuda y que debe ser contrarrestado logrando mejores condiciones de seguridad y fortaleciendo las estrategias de promoción turística a nivel internacional.
Es momento de redoblar esfuerzos para resolver aquello que representa un lastre para el sector, logrando así más turismo que permita crecimiento económico y bienestar para las familias mexicanas.