La cuarentena incrementó dramáticamente la violencia intrafamiliar y especialmente la violencia contra la mujer. Esto se ha documentado ampliamente.
Según datos de organizaciones civiles, como México Evalúa y el Observatorio Nacional Ciudadano, los feminicidios en la Ciudad de México crecieron durante el segundo trimestre de 2020 en 35 por ciento.
Cifras del observatorio arrojan que durante este periodo 45 mujeres fueron víctimas de feminicidio; en tanto, México Evalúa ventiló recientemente que entre enero y junio de este año las carpetas de investigación que se iniciaron por violencia intrafamiliar sumaron 18 mil 884.
Sin embargo, la misma organización, también reportó que este delito sumó casi 62 mil denuncias hechas al 911, es decir, tres veces más de las que sí se judicializaron en alguna agencia del Ministerio Público.
Tomando en cuenta el contexto, este Duende se puso a preguntar qué estaba haciendo la autoridad respecto a quienes tienen una orden de aprehensión por el delito de feminicidio, o si éstos andan muy campantes por ahí haciendo de las suyas. Y me encontré con datos que me hicieron tener una ligera esperanza de que se está haciendo algo al respecto.
Según información de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, durante el periodo de enero a mayo de 2019, el total de órdenes de aprehensión cumplimentadas en contra de presuntos feminicidas fue de apenas siete. Poco más de una por mes.
Pero tal parece que en la cuarentena por Covid-19, estos agresores de mujeres también se guardaron en casa y fue más fácil localizarlos y detenerlos, y gracias al confinamiento, en el mismo periodo, pero de este 2020, el total de órdenes de aprehensión cumplimentadas en contra de presuntos feminicidas subió a 22.
Es decir, durante el primer semestre de este año y con menos personal —por todos los agentes que fueron enviados a su casa por ser población vulnerable al virus— se lograron tres veces más órdenes de aprehensión.
Los datos por mes, en enero fueron arrestados cuatro presuntos feminicidas; en febrero, seis; en marzo, nueve; en abril, dos y en mayo cayó uno más.
Aunque es evidente que la cifra de agresiones por este delito tan deleznable rebasa por mucho la de aprehensiones contra quienes han violentado a una mujer, no está por demás reconocer que se trata de 22 personas que no se esconderán más y tendrán que pagar por el daño que hicieron.