La semana pasada se confirmó un descalabro para la administración federal luego de que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa dejara sin efectos las inhabilitaciones que la Secretaría de la Función Pública emitió contra farmacéuticas para impedir que participen en contrataciones públicas del sector salud.
Se trata de compañías que dan empleo a más de 15 mil trabajadores y que desde la llegada al Gobierno del Presidente López Obrador se han visto literalmente perseguidas; primero mediante vetos anunciados vía memorándums en Palacio Nacional y luego con “investigaciones” de la dependencia que encabeza Irma Eréndira Sandoval, que finalmente derivan en inhabilitaciones para participar en licitaciones públicas.
Fuentes de estas compañías me cuentan que lo que están viviendo las farmacéuticas es una cacería de brujas en el marco de la llamada lucha contra la corrupción y que, por ahora, han decidido pelear en tribunales, aun a costa de la cantidad de empleos que están en riesgo por estos vetos y estas persecuciones presidenciales.
Las carencias que actualmente atraviesa el sector salud en materia de desabasto de medicamentos son por este estira y afloja, que parece que corresponde a los ánimos con los que se despiertan —un día sí y el otro también— en Palacio Nacional. Y es que hay que recordar que algunas de estas compañías, pese al veto del año pasado, fueron las principales proveedoras del Gobierno federal en 2019.
La cosa no para ahí. Me cuentan que, de seguir por este camino, la escasez de medicinas no sólo se reflejará en las necesarias para tratar males oncológicos —terreno donde ya de por sí se vive una tragedia con los niños—, sino que también lo será para tratamientos de otras enfermedades relacionadas con el sistema nervioso central, que de hecho ya se está reportando en varias entidades del país.
Los farmacéuticos no harán un intento por acercarse a tocar las puertas de Palacio, continuarán peleando en instancias judiciales, contra cada una de las arremetidas que vengan desde adentro.
El 16 de enero de este año, el Presidente aseguró que para el 1 de diciembre de 2020, el sistema de salud del país sería como el de Dinamarca o el de Canadá, o sea de primer mundo, y a 2 días de cumplirse esa fecha, eso está muy lejos de la realidad.
En lo único que se ha convertido es en la metáfora perfecta de un gobierno que promete, no cumple y persigue a quienes no comulgan con su filosofía. Un sistema precario, con falta de medicamentos y colapsado por la pandemia de Covid-19.
En el baúl: Félix Salgado Macedonio se encuentra moviendo todas sus piezas en su entidad para hacer un último intento y convertirse en el candidato a la gubernatura de Guerrero. Es la temporada de repartidera en efectivo a manos llenas, de pactos con grupos políticos, con otros partidos. Todo lo que sea con tal de que se olvide una grave acusación penal en su contra.
