Dentro de unas semanas la Cuarta Transformación llegará a Hidalgo y habrá relevo en el poder. Sale el priista Omar Fayad, y entra el morenista Julio Menchaca. Y uno diría “ya era hora del cambio…”, ¡pero habrá que ver!
Quizá usted pudiera estar entre quienes creen que aquello de “separar el poder económico y el poder político” esté ganando terreno en la forma de hacer política en el país. Y que ahora las elecciones han perdido interés entre quienes forman parte de este último, y que el empresariado ya no se acerca a los futuros gobernantes.
Bueno, pues déjeme decirle que fuentes fidedignas hidalguenses me han contado un culebrón. Que el padrino y testaferro de Fayad se está queriendo montar en la 4T. Así como lo lee, todo parece indicar que entre los antes afines al partido tricolor, por obra de los milagros políticos, se andan volviendo guindas.
Le hablo de Juan Carlos Martínez Domínguez, empresario conocido en los círculos del poder hidalguense como operador financiero del aún gobernador de Hidalgo. Es quien, me dicen, se está queriendo encaramar entre los integrantes del equipo que en un futuro próximo asumirá el poder en la entidad.
Se trata de un empresario que, en el 2016, coordinó la transición de Fayad. Incluso, a este personaje le cuelgan el sambenito de llevar al morenista a la gubernatura, gracias a sus tejes y manejes financieros durante toda la campaña.
Según estas versiones, llevarse de piquete de ombligo con Omar Fayad no le impidió al líder empresarial hidalguense respaldar a Morena para que ganara la gubernatura. Y, por supuesto, para que perdiera en el estado el PRI, partido que hizo sus trinquetes durante más de 80 años, perdón, que gobernó durante ocho décadas, jejeje.
Y no es el único caso —no lo lean muy alto, no los vayan a escuchar en Palacio Nacional—, también otros empresarios dedicados a la venta de combustible y la construcción en Hidalgo están aplicando la operación chapulín para tratar de abrirse espacio en el primer círculo del equipo de transición.
Como buen empresario ligado a la polaca, Martínez Domínguez no ha estado exento de los escándalos. Autoridades federales “le pusieron cola” por malversación de recursos públicos en la venta a sobreprecio de unas tabletas electrónicas para pequeños comerciantes locales, negocio que dejó un desfalco al erario de poco más de 50 millones de pesos. El juicio de 2014 fue reabierto por un juez en 2018.
Además, durante la administración de Fayad, el empresario, dueño de la compañía Celular Milenium, construyó torres de oficinas y departamentos en una de las zonas más lujosas de Pachuca, los cuales llevan por nombre “Vía Dorada” y fueron presentados en un evento público en 2017 por el propio gobernador del estado y asentados en la Secretaría de Obras Públicas de Hidalgo con folio 2148.
En el baúl. Hablando de otro hidalguense distinguido. El juez de control del Reclusorio Norte decidió dejar en el fresco bote —por lo menos hasta el próximo miércoles— a Jesús Murillo Karam.
Básicamente por tener lo que tiene: una fortuna de por lo menos 85 millones de pesos, cinco casas, un pasaporte vigente, acceso a vuelos privados y una posible red de apoyo, entretejida durante sus varios años en la administración pública. Veremos si sólo se trata de un show mediático o si en verdad llegará la justicia para los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!
