La espera de Nieto

DESDE LAS CLOACAS

El Duende
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El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y alfil de la lucha contra la corrupción de la 4T, Santiago Nieto, está esperando que el Presidente Andrés Manuel López Obrador le dé una señal, le guiñe el ojo, le dé su bendición, para ausentarse del cargo y buscar la gubernatura de su estado natal, Querétaro.

Es común ver al queretano ir y venir a Palacio Nacional con un folder bajo el brazo, lo mismo trabaja en una denuncia —otra más— contra Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos, pero ahora por un desfalco que tiene que ver con tres mil millones de pesos, que también investiga a dirigentes antorchistas.

Además se le ha encomendado rascar los antecedentes de quienes están alebrestando a los campesinos en Chihuahua, con el pretexto del cumplimiento, por parte de México, del Tratado Internacional de Aguas celebrado con Estados Unidos.

Pero la orden que realmente espera es el llamado a la oficina presidencial y que su jefe le pida que haga un balance para saber dónde es más útil, si en la UIF o en un eventual gobierno de un estado donde Morena no tiene representación.

Nieto Castillo ya no esconde que el corazón le late más fuerte cuando habla de su estado natal y hasta ha recibido recomendaciones para que sea él quien dé un paso adelante y ponga en la mesa del Presidente un oficio con sus intenciones.

Él dice que todavía esperará un poco más. Quiere amarrar bien los casos de Lozoya y de cuanto personaje le pone el pie a su jefe para, ahora sí, hablarle de sus deseos al tabasqueño. Está haciendo méritos.

En el baúl. En el oriente de la Ciudad de México ha comenzado un juicio por el delito de feminicidio agravado en contra de una joven de 26 años cometido en 2016. El proceso se detuvo por el cierre de juzgados a causa de la epidemia de Covid-19.

En la primera audiencia y en la rejilla de acusados —el delito se cometió antes del nuevo sistema oral— el presunto responsable no aparece, no se ha presentado y entonces se llama a una segunda audiencia donde se espera que ahora sí comparezca ante la víctima.

No se dan mayores explicaciones del por qué el probable feminicida no apareció en la rejilla: quizás porque “no pagó la cuota” o quizás porque es una estrategia de su defensa. En tanto, la familia del acusado, quien huyó durante cuatro años de la acción de la justicia, se presenta para darle su respaldo.

Mientras estas cosas pasan en los juzgados del fuero común de la Ciudad de México, en el país las protestas feministas que buscan justicia y que las autoridades hagan su chamba para reducir los feminicidios, avanzan y se replican en varios estados. Ni una menos, ni un feminicida más.

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