No sé si usted lo recuerde, quizás sí, hace como tres años y por la opacidad en su manejo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador decidió eliminar de un plumazo 354 fideicomisos que tenían en su totalidad 680 mil millones de pesos.
Entre otros, el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y algunos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). El argumento, que el dinero se manejaba de forma discrecional, que había corrupción, que existían muchas transas, que cajas chicas, etcétera.
Decía mi abuela Dondinéa, que cae más rápido un hablador que un cojo, porque la 4T regresó a este modelo que en su momento tanto despreció.
Hasta estas manitas pecaminosas llegaron documentos que prueban que la Secretaría de Bienestar firmó un contrato de 24.6 millones de pesos para la creación de un fideicomiso que supervisará la entrega de tarjetas a beneficiarios de la Pensión para Adultos Mayores. Ya de saque, la cosa no pinta bien, se está contratando un servicio que se supone hacen los llamados Servidores de la Nación, y sobre todo, los propios servidores públicos de esta dependencia federal.
Y a pesar de la duplicidad de las funciones, la Secretaría no ha podido aclarar cuál es el beneficio de este servicio contratado vía fideicomiso.
El 10 de junio de 2019 se suscribió el contrato DGTIC-413-33301-002-2019 con el Fideicomiso Público denominado Infotec Centro de Investigación e Innovación Tecnológica de la Información y Comunicación para “el desarrollo del inventario, control y seguimiento de la entrega recepción de la Tarjetas del Bienestar”.
Según una auditoría realizada en octubre pasado, se estableció que la verificación y supervisión del cumplimiento del contrato, así como la recepción, aceptación y validación del servicio, estaría a cargo de la Dirección General de Atención a Grupos Prioritarios (DGAGP), pero no se aclaró ni se precisó el beneficio para el programa “Pensión para el Bienestar de Personas Adultas Mayores”.
Continúa pendiente por parte de la DGAGP la justificación del beneficio que obtendrá este programa social con la suscripción del contrato con Infotec. La DGAGP reconoció también que “no entregó tarjetas bancarias a los beneficiarios, conforme a lo que establece el inciso G” o sea, tramitar ante una institución financiera —la que sea de su preferencia— una cuenta básica, proporcionando la información de la misma a la oficina de representación correspondiente.
Por si fuera poco, se encontraron inconsistencias, ya que en el contrato se señala que el inicio de los trabajos sería del 10 de junio al 19 de julio de 2019, y en el anexo técnico se establece que es del 22 de mayo al 5 de junio, es decir, antes de la fecha de la firma del contrato.
Y cómo diría el clásico: “No somos iguales”. Así mismo, las fechas que marca la dependencia federal “no son iguales”.
Chamba duplicada y sin justificar. Yo me pregunto ¿por qué se contrató el servicio? y ¿en qué mejoró la atención de los adultos mayores?
La Secretaría de Bienestar, argumentó que no envió la aclaración debido a la pandemia de Covid-19, esa que hace 2 años, el Presidente dijo que “a México le cayó como anillo al dedo”. Esto huele muy mal.
Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!!!