Lealtades que caducan

DESDE LAS CLOACAS

El Duende
El Duende La Razón de México

A unos meses de las elecciones federales de este año, las pugnas internas, las traiciones y los actos de corrupción están a la orden del día en el partido que llevó a la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador: Morena.

Primero, casi nadie se percató que a finales del año pasado le asestaron dos golpes a quien fuera el hombre detrás del presidente: César Yáñez.

El primero fue contra Dulce María Silva, esposa del colimense, quien se inscribió en la contienda para ser la abanderada de Morena a la gubernatura de Tlaxcala, pero tuvo que hacerse a un lado porque la ganona fue Lorena Cuéllar Cisneros.

Doña Dulce, protagonista de la famosa “boda fifí” y quien además causó revuelo al venderle los derechos de aquel evento a una revista del corazón, acusó que hubo una negociación cupular, para que Cuéllar Cisneros fuera la elegida.

Pero ahí no paró la bronca contra Yáñez. Vino un segundo golpe a quien, dicho sea de paso, es fundador del partido. Unas semanas después y casi por terminar el año, el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, le levantó la mano a Indira Vizcaíno como su próxima abanderada en Colima.

Detrás, como una estela de traición, estuvieron las acusaciones de otra aspirante, Claudia Yáñez, hermana del Coordinador General de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, y quien desde hace varios años estaba más que apuntada para la gubernatura de su entidad natal.

Ella tampoco tardó en descalificar las encuestas mediante las cuales se elige a los abanderados, asegurando que los resultados fueron “una farsa”, “una vergüenza” y hasta aseguró que se usan los programas emblema del Presidente con fines electorales. El asunto escaló a tal grado, que el martes pasado renunció a su militancia morenista.

Desde los recónditos pasillos de Palacio Nacional, me cuentan que el propio César Yáñez se ha distanciado enormemente del Presidente, quien fuera su sombra, ahora se ha convertido en una pieza burocrática más del Gobierno federal y básicamente se ha quedado descobijado del manto sagrado.

Si bien fue el propio Yáñez quien se hizo a un lado una vez que el tabasqueño asumió la Presidencia, el rechazo a las candidaturas de su hermana y su esposa son un mensaje claro de que hay un cambio en el control del partido y en el movimiento, y hay lealtades que caducan.

En el baúl: En Guerrero, por las zonas cercanas a municipios cercanos a Acapulco, integrantes del equipo de Félix Salgado Macedonio —abanderado de Morena a la gubernatura del estado— andan buscando de múltiples formas hacerse de apoyos y lealtades... y me aseguran que además no es el único.

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