“En la mira”

DESDE LAS CLOACAS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

¿Alguna vez se ha preguntado, por qué alguien quiere ser alcalde o alcaldesa? En México, aspirar a esa posición, muchas veces es comprarse un boleto al otro mundo.

¿Por qué? Por una simple razón. Ser alcalde o incluso anotarse en la boleta para aspirar a ese cargo de elección popular, es ponerse en la mira, no sólo del crimen organizado, sino de los rivales políticos que, para la mala fortuna, son los más.

La violencia letal, ésa que se manifiesta a jalones de gatillo y detonaciones de arma de fuego, cobró la vida de 32 políticos en el proceso electoral 2020-2021.

Un estudio del Colegio de México, presentado apenas la semana pasada, nos revela que de los asesinados y asesinadas —27 hombres y cinco mujeres— casi el 70 por ciento aspiraban, eran o habían dejado apenas el cargo de alcaldes o alcaldesas.

El estudio es muy revelador porque el asunto va tomando ciertos matices que —ante la impunidad que lo cubre todo como un manto cómplice— nos dicen por dónde va la cosa.

Uno podría pensar que el crimen organizado, como casi siempre, está detrás. Pero no es así, la violencia está bien diseminada entre los propios rivales políticos.

Los datos duros más importantes del estudio que se publicará de forma integral en mayo próximo, son los siguientes: 21 de los 32 asesinados querían ser alcaldes.

En el 90 por ciento de los casos, la víctima no recibió una amenaza previa. Como decía mi abuela Dondinéa: “el que avisa no es traidor”. En este caso, no hubo un aviso previo y los balazos llegaron cuando menos lo esperaban.

Este número nos habla de lo que ya le contaba unos párrafos atrás, en 13 de los 21 casos, las rivalidades políticas influyeron en el asesinato, es decir, no sólo es el crimen —que se prevé como el móvil en 14 de ellos— sino la propia contienda la que genera el encono, la envidia y las venganzas. ¿Será que la democracia se está volviendo sangrienta?

En el 65 por ciento de los casos, el asesinato fue en un espacio público, y la mayoría de las víctimas fueron asesinadas, incluso antes de arrancar formalmente sus campañas.

Morena, Movimiento Ciudadano y Acción Nacional, son las filiaciones políticas con más muertos en la última contienda electoral.

¿Por qué entonces alguien quiere jugar un partido que, antes de que el árbitro pite el inicio, ya terminó mal?

Quizá, sólo quizá, más allá de opositores, nos hemos vuelto enemigos a muerte, y si no se juega con mis canicas, simplemente no se juega. Ya dejamos de ser rivales políticos para convertirnos en contrarios a los que hay que erradicar y sacar de la jugada al costo que sea.

¿Qué nos espera en este proceso 2023, donde se renuevan dos gubernaturas? ¿Qué sucederá para el 24? En un contexto de polarización extrema y división marcada, los “abrazos no balazos” hace mucho tiempo que fracasaron como estrategia.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!!!

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