Sorpresa, molestia, risas y preocupación

Sorpresa: Cuando a inicios de la semana pasada y desde Palacio Nacional se denunció la existencia de un Bloque Opositor Amplio (BOA) para sacar al Presidente Andrés Manuel López Obrador del poder, las expresiones de muchos fueron de asombro. Varios nos quedamos boquiabiertos durante los primeros minutos tras la exposición del vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez, quien con lujo de detalle delineaba los ejes con los que supuestamente se urdía un nuevo “compló” en contra del tabasqueño y de su proyecto de Gobierno.

Las caras de sorpresa se registraron incluso al interior del gabinete, en aquel círculo que antes era el principal respaldo de López Obrador y al que hoy, según cuentan sus cercanos, difícilmente escucha.

Molestia: De ahí se pasó a la molestia, sobre todo de quienes fueron mencionados en la mañanera como parte de este supuesto bloque y que se preguntaban qué seguía ¿ser investigados por la Unidad de Inteligencia Financiera, por la Fiscalía General de la República o el linchamiento mediático? Y no sólo por ser figuras públicas, sino porque al final, se les involucró en una “conspiración” de la cual ni siquiera tenían conocimiento y que al poder no le pareció irresponsable —sin tener prueba alguna— señalar.

Risas: Y le siguieron las risas, los memes, la sorna. Ante lo básico del documento, no quedó otra más que mofarse. Todos los elementos que lo componían nos hicieron pensar que es absurdo y que incluso cómo se expuso en su momento, pudo haber sido fraguado desde adentro.

Preocupación: Ahora que han pasado los días, la preocupación es natural, ¿qué se está intentando conseguir al sacar a la luz este supuesto proyecto opositor? Sea o no un invento, pareciese que con su llegada nos olvidamos de lo verdaderamente importante: la difícil situación por la epidemia de Covid-19 que acecha a nuestro país y que sigue inquietando al grueso de los mexicanos. Evitar el contagio, acatando las medidas sanitarias de la Organización Mundial de la Salud, debe ser prioridad para la población. Es en estos momentos, donde necesitamos la claridad que nos guíe para seguir enfrentando una pandemia que nos tomó por sorpresa y en la que estamos metidos por inercia mundial, lejos de eso, lo que encontramos vuelve a ser la incertidumbre y la polarización.

En el baúl: Milpa Alta es una alcaldía alejada de la Ciudad de México, un lugar donde los suicidios de personas jóvenes se convirtieron en un problema.

El año pasado se registraron 14 hechos de esta índole, prácticamente uno por mes. En lo que va de este año apenas se ha registrado un caso, por supuesto que es una tragedia, pero representa un descenso drástico. Las autoridades analizan si esto ha sido uno de los efectos positivos de que las familias estén en casa o de que los jóvenes no estén acudiendo a la escuela, donde su mayoría sufre de bullying.