Mientras el Presidente Andrés Manuel López Obrador no ceja de arremeter diariamente contra medios de comunicación y periodistas, o enfrentar a gobiernos de otros países, a riesgo de dejar las relaciones diplomáticas a punto de ruptura, entre críticas y enérgicas réplicas de sus mandatarios, los cárteles del crimen organizado aterran cada día a un mayor número de municipios de entidades federativas como Zacatecas, Colima, Michoacán y Sonora, con balaceras, saqueos, ejecuciones y secuestros.
Al mismo tiempo y después de que el propio Ejecutivo federal anunció que su Gobierno no sólo no impedirá que se tomen casetas de peajes, sino que se resarcirán los cobros a gobiernos estatales y que la disidencia magisterial de la Sección 18 en Michoacán, vuelve a bloquear vías férreas para exigir adeudos salariales que originan pérdidas millonarias, lo que día a día lleva al país a una situación de consecuencias impredecibles, pero imaginables.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Un posible doble conflicto de intereses, ensombrece los intentos de atenuar el escándalo de la casa de Houston, que ocupara José Ramón López Beltrán y su esposa, Carolyn Adams: el haber vivido en la casa de un ejecutivo de una empresa petrolera, contratista del Gobierno, y asegurar que labora como “asesor legal” de otra, propiedad de los hijos del empresario turístico Daniel Chávez Morán, del Grupo Vidanta, amigo del Presidente López Obrador y “asesor honorario” del Tren Maya.
En su mañanera de ayer, el mandatario volvió a la carga contra medios, columnistas y conductores, e insistió en que, por ética, los “periodistas famosos” revelen cuánto ganan, sin necesidad que intervenga el Inai, cuya presidenta, Blanca Lilia Ibarra, ratificó el acuerdo que un día antes dio a conocer el Consejo Consultivo de ese organismo, de que carece de facultades para investigar y dar a conocer percepciones del periodista Carlos Loret, y rechazó la petición que hizo.
Hacer un vacío a las mañaneras de Palacio Nacional unos días empieza a ser considerada como un ¡ya basta!, a la diaria y cada vez más ruda embestida presidencial, no en defensa de alguien en particular, sino del gremio en general, cuyos integrantes son blanco permanente de ataques y acusaciones por ejercer la libertad de expresión y señalar lo que ocurre en el país.
Por lo pronto, diversos grupos de periodistas de diarios, revistas, radio, televisión y portales de Internet, realizaron movilizaciones y actos de protesta dentro mismo de las cámaras de Diputados y Senadores, en Palacio Nacional y frente a la Secretaría de Gobernación, para reclamar respeto y exigir justicia por homicidios de colegas que siguen en la impunidad o en medio de dudosos “esclarecimientos”, con arrestos de presuntos autores materiales, ajenos a los hechos.