Ubicado en blanco de acusaciones, ataques y exigencias de que renuncie y hasta la amenaza presidencial de investigar al personal del organismo autónomo que encabeza, David Colmenares Páramo, Auditor Superior de la Federación, deberá comparecer el próximo lunes en la Cámara de Diputados para que explique y aclare el contenido del informe de la Cuenta Pública de 2019, del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Fue a solicitud de éste a la presidenta de la mesa directiva en San Lázaro, la priista Dulce María Sauri Riancho, que el Auditor Superior deberá acudir al recinto con sus principales colaboradores y darle cuenta a la mayoria de Morena, si el revelar que el costo de la cancelación del aeropuerto de Texcoco se triplicó de lo previsto por el Ejecutivo federal, fue “inconsistencias metodológicas”, como aquel lo reconoció, o si se trató de un acto de “mala fe” para que sus opositores lo criticaran.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Si como empezaron a coincidir algunos analistas y auditores independientes que han revisado las cifras contenidas en el informe de la Auditoria Superior, de que la aplicación de recursos públicos es correcta en el caso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México y de otros rubros, resultan no sólo correctos, sino finalmente mayores, quienes exigen la renuncia de su titular, se pueden llevar una sorpresa.
Podrá resultar que los errores no “metodológicos”, reconocidos de inmediato por Colmenares Páramo, ante la esperada reacción de rechazo presidencial arguyendo poseer “otros datos”, pudieron haber sido cometidos por titulares de algunas dependencias en las que abundan gastos de cientos y hasta miles de millones de pesos sin comprobación, por lo que mejor será esperar lo que se diga el lunes en la sede cameral.
La razón por la cual JPMorgan decidió irse de México fue que los clientes ricos en algunas de las economías más grandes de Latinoamérica, se están yendo a capitales financieras internacionales, confirma lo que ocurre aquí: en lo que va del sexenio, la salida de grandes capitales ante el temor de que sin una causa justificada o falsas acusaciones, sus cuentas vayan a ser bloqueadas.
Mensaje directo de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a quienes en Palacio Nacional y en Morena se empeñan en apoyar a Félix Salgado Macedonio como candidato a gobernador de Guerrero, que ningún partido político debe postular candidatos acusados de violencia contra las mujeres. Habrá que ver si esta vez la escuchan.
El que queda como el cohetero es Mario Delgado, líder de Morena, que no quedó bien ni con las nuevas “tribus” de ese partido, ni con el fundador del mismo.