Para desgracia de decenas de miles de personas y familiares que son víctimas de Covid-19, la historia se repite: igual que en los primeros meses del año, mientras en países de Europa y América Latina se toman medidas urgentes frente a la nueva ola del letal virus, en México se critican esas acciones y persiste le negativa a enfrentarlo con acciones contundentes.
Y no, no se trata de llegar a extremos de toques de queda, que el Presidente López Obrador critica, pero sí de aplicar disposiciones más severas que eviten el alto número de contagios que hoy se registran a lo largo y ancho del país, y que antes de finalizar el año la cifra rebase más de 100 mil muertes, cifra que hoy genera alarma.
DE ESTO Y DE AQUELLO
A cuatro días de la elección presidencial en Estados Unidos, a la que el candidato demócrata Joe Biden llega con ventaja, aun cuando el republicano Donald Trump, el actual ocupante de la Casa Blanca busca reelegirse, no son pocos los hombres del Gobierno de nuestro país a los que preocupa una posible derrota de éste.
Con todo y que se insiste en que sea cual sea el resultado de ese proceso, México mantendría una buena relación, de respeto y colaboración, con Biden, distaría de la que el Gobierno del Presidente López Obrador sostiene hoy con Trump, que no se cansa de “agradecerle” el desplegado de efectivos del Ejército en ambas fronteras para impedir el paso de migrantes.
Lo que no parece casual es que 15 días después de la aprehensión del secretario de la Defensa Nacional del anterior Gobierno priista, general Salvador Cienfuegos, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, haya informado ayer que “de manera escrita y verbal” el Gobierno de México ha expresado al de EU su “profundo descontento” por no habérsele informado de ese hecho.
Por mera “coincidencia”, el embajador de EU en México, Christopher Landau, reveló en Washington que desde agosto del año pasado estuvo enterado de la investigación contra el general, pero que por reglas de estricta confidencialidad del Gran Jurado de su país, tuvo que callar y no informó de ello a nadie.
Para acabar de revolver las aguas en Guerrero, el diputado federal Rubén Cayetano, quien ha sido un crítico puntual del exsúper delegado Pablo Amílcar Sandoval por el dispendio de recursos en su campaña, se sumó a los demás aspirantes de Morena a la gubernatura —el senador Félix Salgado, el empresario Luis Walton y el hermano de la secretaria de la Función Pública— por lo que en una de ésas van a tener que dividir el periodo sexenal por año y medio para que le alcance a cada uno.