La crisis en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le cayó “como anillo al dedo” al Presidente Andrés Manuel López Obrador, para demandar que renuncien todos los magistrados, como espera que lo hagan también los consejeros del Instituto Nacional Electoral, contra los que de tiempo atrás sostiene permanente confrontación, y a los que busca remover con base en descalificaciones, críticas y acusaciones a la tarea que realizan.
Basó esa exigencia, en la mañanera de ayer, para que el designado nuevo presidente del máximo órgano electoral, Reyes Rodríguez Mondragón, y todos sus colegas, se vayan, en un tuit falso de éste del 9 de octubre del año pasado, en el que fue insultado, cuya autoría no sólo negó de inmediato el magistrado ese mismo día, sino que presentó una denuncia ante la Fiscalía General, contra quien o quienes hackearon su cuenta en redes sociales.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Los contagios de miles de personas a causa del derivado Delta del Covid-19, que se han multiplicado aceleradamente en el transcurso de esta semana —ayer fueron 21 mil 569 en 24 horas— saturan hospitales públicos y obligan a su reconversión para atender a los jóvenes y menores enfermos, que son a los que más afecta principalmente.
Cómo estará la situación en la Ciudad de México, en municipios mexiquenses conurbados y en los de otras entidades federativas, que hasta el optimista subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, que suele ser desdeñoso acerca de la pandemia, llamó a los gobernadores a acelerar la conversión de hospitales para atender al cada vez mayor número de enfermos.
La búsqueda de tanques de oxígeno, al igual que el hacinamiento en las puertas de los nosocomios de los que logran internar a sus familiares, recuerda lo que se viera en los días “pico” de la pandemia, el año pasado, cuando el Covid —como hoy su derivado Delta— causó estragos a la población y provocó la muerte de miles de adultos mayores.
Tanto las autoridades médicas como las de los gobiernos federal y estatales, redoblan sus llamados a la población a utilizar cubrebocas y respetar distancia y medidas sanitarias, para evitar que haya más contagios, ya que ante la decisión de no volver a suspender actividades o cerrar establecimientos públicos, la gente actúa como si la pandemia hubiera pasado.
Y conforme avanzan días y semanas, y se aproxima el fin de mes, arrecian los reclamos de que en plena tercera ola de Delta, un elevado número de escuelas sigan en condiciones inapropiadas para que los alumnos regresen a ellas, y se ponga en riesgo la salud no solamente de ellos sino también del personal docente y administrativo, aun cuando hayan sido vacunados.
