Presionados hasta el último minuto de ayer desde la mañanera de Palacio Nacional, igual que lo estuvieron la semana y meses anteriores, los ministros de la Suprema Corte de Justicia discreparon sobre el proyecto de eliminar la prisión preventiva oficiosa, durante la sesión del pleno que concluyó sin resultado, por lo que será en la que fue citada para hoy, cuando se defina si esa figura se elimina o se mantiene, en medio de una generalizada polémica.
Dos de los cuatro integrantes del alto tribunal, propuestos por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, Yasmín Esquivel y Loretta Ortíz —propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, de lo que declaró estar arrepentido— y Alberto Pérez Dayán, rechazaron aprobar la propuesta de Luis María Aguilar, para que se inapliquen porciones de la Constitución, en tanto Juan Luis González Alcántara propuso que la Corte aclare que la prisión preventiva oficiosa no quiere decir “automática”, que hoy habrá de discutirse en el pleno.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
ORGANISMOS internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Comité contra la Tortura y el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas, se pronunciaron contra la prisión preventiva oficiosa y demandaron a México eliminarla por ser contraria a las garantías internacionales de protección de esos derechos y contraria a la independencia judicial.
SEÑALARON que una de las más serias consecuencias de la imposición de esa prisión es que muchos mexicanos pasen más de una década —o varias— privados de su libertad a la espera de un juicio. Ciertamente, como se ha señalado, en muchos casos éstos ni siquiera comienzan para comprobar culpabilidad o inocencia, a quienes les imputan distintos cargos.
RICARDO Monreal, líder de la bancada de Morena en el Senado de la República, declaró que habrá “bateo libre” para que los integrantes de la misma voten la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional y aun cuando no quiso definir el sentido de su voto, habría que recordar que ha declarado que esa reforma sería inconstitucional.
CON el trillado e incumplido ofrecimiento morenista de “combatir la corrupción y acabar con la impunidad”, en lo que pocos creen, Julio Menchaca tomó posesión ayer como nuevo gobernador de Hidalgo en la Plaza Juárez, declarada sede del congreso estatal, ante la presencia del representante presidencial, Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación.
POR cierto que, en ese acto en la capital hidalguense, el encargado de la política interior del Gobierno federal se reencontró con el líder del Senado, Ricardo Monreal, después de que el funcionario no acudió a la plenaria de la Cámara alta, con lo que se despejaron versiones acerca del alejamiento del zacatecano de Palacio Nacional.
