Al paso que va, el enfrentamiento por el Plan B de Reforma Electoral de leyes secundarias que pondría fin al INE, como ha funcionado desde hace 25 años, y la defensa del mismo por parte de sus propios consejeros y liderazgos de organizaciones civiles, en el que las mutuas acusaciones suben de tono a diario, sólo falta que las cosas acaben en recuerdos maternales ante la oleada de insultos en que empiezan a caer, lo que agrava la polarización que hoy por hoy vive el país.
Los que defienden la iniciativa presidencial arremeten con todo contra los que advierten que ésta pone en riesgo no solamente la democracia sino también, y sobre todo, el riesgo de que el proceso federal del año entrante, en el que se renovarán el Congreso de la Unión, los de nueve entidades federativas, gubernaturas y alcaldías, incluidas las 16 de la CDMX y la Jefatura de Gobierno, enfrente serias dificultades al grado de no poder organizarlas ni mucho menos llevarse a cabo, con un INE convertido en cascarón.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
El principal escollo que enfrentará el Colectivo por México, al proponer la transformación del país y, entre otras cosas, frenar los excesos del titular del Poder Ejecutivo Federal, es que todos los que hoy la impulsan, hagan a un lado sus intereses personales, de grupos y partidos para que, unidos, sumen esfuerzos y antepongan la sobrevivencia de la nación, ya que de lo contrario, los planteamientos escuchados ayer en el Polyforum Siqueiros no dejarán de ser sólo buenos deseos.
Un claro ejemplo de ello es la coalición Va por México, conformada por PAN, PRI y PRD, en la que sus dirigentes e integrantes acordaron ir juntos en procesos electorales de éste y el próximo año, en la que predominan dudas, recelos o riesgos de traiciones entre unos y otros, alguno de los cuales lamenta en público marginación en decisiones que se asuman a futuro o lamentan ser desplazados anticipadamente para “lo que viene”, como son las postulaciones a cargos de elección, que en el fondo es lo que realmente interesa a la mayoría.
Más que declaración, pareció advertencia la que hizo ayer el Presidente en su mañanera, de que si los ministros de la Suprema Corte de Justicia no avalan su Plan B de Reforma Electoral, “la verdad, no pasaría nada, sería una manchita más al tigre porque estarían avalando salarios estratosféricos, que es lo que defienden los que están en contra de ella”.
Por insaculación será la elección de cuatro nuevos consejeros electorales, instruyó el secretario de Gobernación a diputados de Morena, ayer, en San Lázaro.
Defiende AMLO a Ebrard de dichos de Trump y libro de Pompeo.