De acuerdo a lo que se advierte, tal parece que el gobierno y el Congreso de Estados Unidos han emprendido una doble actitud hacia México, en la que por un lado senadores y representantes de los partidos Repubicano y Demócrata vienen a reunirse con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en aparentes cordiales términos y, desde Washington, algunos de sus colegas y funcionarios de la administración del presidente Joe Biden, arremeten en su contra por “no hacer lo suficiente” contra los cárteles de la droga y el tráfico de fentanilo.
Un ejemplo más de ello fue el de la enésima visita de John Kerry, el enviado especial del mandatario estadounidense para el Cambio Climático, que asistió a la ceremonia de aniversario del natalicio de don Benito Juárez, en Guelatao, en la que elogió la “sabiduría y liderazgo del Presidente de México”, mientras en la réplica del Departamento de Estado al rechazo al informe anual de la violación a los derechos humanos aquí y su habitual crítica a EU, le respondieron que el gobierno de Biden “no intenta esconder los problemas debajo de la alfombra”.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Justo cuando el Plan B de Reforma Electoral propuesto por el Ejecutivo Federal, para desmantelar al INE, es analizado para ser discutido y votado por la Suprema Corte de Justicia, su consejero presidente, Lorenzo Córdova, inició su visita a Estados Unidos con un encuentro con el subsecretario del Departamento de Estado de EU para América Latina, Brian Nichols, éste hizo un reconocimiento a la “reputación mundial” del organismo mexicano “por su excelencia a la hora de promover elecciones libres y justas”.
Después de que congresistas de Estados Unidos propusieran formalmente en el Senado declarar terroristas a los cárteles mexicanos de la droga y venir con su ejército a combatirlos, ahora fue la Unión Europea, la que ofrece aumentar la cooperacion entre Europol y México, para “enfrentar la grave amenaza que aquellos representan para su seguridad interior”.
Al mismo tiempo, el exfiscal general estadounidense, William Barr, en una carta enviada al The Wall Street Journal, criticó duramente al canciller Marcelo Ebrard, al asegurar que la estrategia del Presidente López Obrador, de dejar vía libre a los cárteles para traficar drogas a su país, ha sido un fracaso porque los narcotraficantes tienen un enorme poder de corrupción a todos los niveles, incluido el Gobierno federal.
La andanada de Barr a Ebrard fue en respuesta a la carta que éste envió a ese diario, de que, ante la amenaza de uso de fuerza contra esos grupos criminales, México defendería su soberanía y que el Gobierno de López Obrador sí estaba colaborando en seguridad, de acuerdo al entendimiento Bicentenario, que sustituyó al Plan Mérida.
